martes, diciembre 07, 2010

30 días: Día 6 - Un extraño

¿Qué le digo a un extraño? ¿Un extraño en qué sentido? Podría ser algún individuo con quien a veces coincido en la escuela, alguien a quien jamás le he hablado aunque me topo constantemente con él o con ella, en los más de 6 años que he vivido en esos edificios. También podría tratarse de alguien a quien vi una sola vez porque subimos al mismo microbús o al mismo vagón del metro. A lo mejor ni siquiera lo vi y sólo chocamos hombros o mochilas en la calle. Hablar sobre un extraño...

He encontrado a muchos extraños a lo largo de mi vida. Estaba ese señor a quien secretamente llamaba Rasputín: un hombre flaco, moreno, con cabello largo y barba y bigote largos, vestía un overol azul como de mecánico; era un indigente a quien solía encontrar a donde quiera que iba, cuando tenía entre 8 y 12 años. Un día no volví a verlo; a veces lo recuerdo cuando encuentro a alguien sentado en un pórtico o debajo de un puente y me pregunto qué fue de él. ¿Habrá muerto? ¿Cómo murió? ¿Quién era? ¿Por qué estaba en la calle?

Otros extraños han comenzado como seres ajenos, completamente desconocidos, y han terminado engarzados en mis venas. Mejor aún, sé que hay cientos de extraños allá afuera a quienes me falta conocer. Extraños que comparten gustos, intereses, rencores, actividades, etcétera conmigo. Extraños a quienes en algún momento tendré que dejar de llamar de esa manera. A veces un extraño puede convertirse en una de las personas que mejor te conoce. Es como pensar en aquella primera vez que vi a Alex Mier en el taller de periodismo cultural que tomamos en verano... vi al individuo sentado en el salón, en primera fila (¿o en la última?) y jamás pasó por mi mente que hoy sería para mí quien es. O cuando conocí a Laura, la tipa extraña sentada conversando con *mi* tipo extraño que después resultó que no era *mi* tipo sino de sabe dios quién pero ella sí terminó siendo mi Laura. O el individuo extraño a quien me presentaron por messenger en 6o semestre de prepa y que permaneció siéndome visualmente desconocido hasta que un día (el de mi graduación de prepa) lo conocí en vivo y desde entonces y para siempre será mi Oni san. O el cepano rockero de lentes que le rompió el corazón a una muy querida amiga mía y que hoy para mí no es un extraño cepano rockero de lentes (al menos no en el sentido 'extraño' = 'desconocido'). O la extraña individua LMI a quien nunca le había hablado pero también estaba en la clínica trechosa y ahora resulta que cuánto voy a extrañarla aunque siempre tendremos Gtalk. Y así sucesivamente el extraño a quien alguna vez vi tocar con su banda en la prepa y luego fue el mejor vicepresidente en la historia de las sociedades de alumnos de periodismo, o la extraña chica de regiorrey que resultó ser un pan y un encanto, en fin, extraños que cuando los vi por primera vez nunca pensé que se convertirían en alguien de importancia para mí... y ahora resulta que algunos de esos extraños se gradúan mañana. Y yo voy a extrañarlos con todas mis fuerzas, porque pocas veces se lleva uno mejores sorpresas al toparse con tanta gente desconocida...

(Beautiful strangers...)

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