miércoles, junio 15, 2005

If your heart's not in it... // Girl, they were lying... // If I let you go...

¿Qué sentirían si de pronto regresan de la escuela y encuentran a sus cuatro mejores amigos de la secundaria pasando un rato agradable a la vuelta de casa, sin ustedes? ...... ¡Exacto!
Hoy regresé de la escuela tras dejar a Karla en su casa, y cuando mi madre y yo dimos vuelta en la esquina de los departamentos donde vive César, los vi. Norie, César, Lucy y Paola caminando, riendo, etcétera. Asumí que se habían encontrado en el Brook, porque hoy fue la Feria de las Ciencias y le tocaba exponer a Lucy y al hermano de Norie (lo cual justifica que se hubieran encontrado), y Paola seguramente acompañó a su mamá a recoger a su hermanito a la primaria, y pues César siempre va a ver a quién se encuentra... pero se me hizo raro que Lucy, quien siempre que encuentra un buen pretexto nos junta, no me haya avisado de la Feria. También me sorprendió que hace dos semanas me invitaron a la fiesta de una compañera de la secundaria, pero le dije a César que no podía ir porque estaba muy enferma... él respondió "qué bueno que me avisaste, para no pasar por ti. Bueno, nos vemos eh." Por supuesto, debió comentarle a Paola, quien seguramente se preguntaría qué enfermedad me mantiene lejos de ellos y seguramente llamaría para ver como sigo... y pasaron dos semanas. Y me encontré a Paola en Messenger y la saludé y me saludó y le pregunte que cómo estaba y me respondió que bien y me contó todas las odiseas con el tipo que le gusta y que no sabe cómo hablarle y etcéteras. ¿Preguntó acaso "Marce, cómo estás?"? NO.
Con esas espinas clavadas llegué a mi casa y mientras mi mamá iba a comprar un refresco yo me senté en el sillón y prendí la tele. Escuché gente afuera y llamaron mi nombre... me asomé a la puerta, vi a los cuatro parados en la banqueta, les grité "Gracias por llamarme!" y cerré la puerta. Seguí caminando hasta encerrarme en mi cuarto. Busqué un CD de Linkin Park, lo puse en el estéreo a todo volumen y me senté de cara a la ventana, con los ojos cerrados y siguiendo la letra de Papercut. El disco empezó a rayarse, así que lo saqué histérica y puse otro también de Linkin Park (el Live in Texas). Tocaron a la puerta de mi cuarto, era mi mamá. Me preguntó qué había pasado porque mis amigos no querían entrar. Le expliqué lo de arriba con más detalles y más ejemplos que en este momento prefiero no recordar. Se lo expliqué a gritos y finalmente me quebré y lloré (no mucho, porque odio que me vean llorar). Le pedí que le dijera a Norie que me perdonara, porque en verdad quería verla y abrazarla porque el problema no era con ella y además acaba de pasar su cumpleaños (7 de junio). Y mi madre salió y volví a cerrar. Unos minutos después entró de nuevo y me dijo que ya se habían ido.

Me duele! Porque yo quiero estar con ellos ahorita, sentados en la sala de casa de César, escuchando a Westlife y cantando y jugando y echando relajo como siempre lo hemos hecho... pero no voy a ir, porque ya me cansé de aceptar todos los traumas y problemas y dudas y enojos de ellos sin poder expresarme por temor a lastimarlos. YA ME CANSÉ!
Y el problema no es con Lucy, porque ella llama de vez en cuando y platicamos bien y todo, ni con César, porque a él siempre le ha dado igual... es Paola. Mi mejor amiga, mi hermana... la persona que mejor me conoce y a la que mejor conozco. La niña que conocí hace doce años en un curso de verano y que hasta hoy había apoyado incondicionalmente. Aguantándole corajes y berrinches y complejos y traumas y mentiras y engaños y traiciones y tantas tantas cosas que hemos pasado... Las veces cuando me ha plantado por un tipo que ni la pela, las veces que me cambió por César, cuando me dejó de hablar por hacerse amiga de Ana Victoria... y yo nunca le digo nada porque la conozco que arma sus dramas y le viene la migraña y yo no quiero lastimarla porque si hay alguien a quien siempre le he tenido cariño y aprecio y confianza a pesar de todo es a ella y de pronto pasan meses sin que me pregunte cómo estoy a pesar de que si yo me entero que está enferma no llamo para ver como sigue sino que voy hasta su casa a ver si necesita algo y le llevo lo que sea que yo sé que la va a alegrar...
Pero hoy ya fue demasiado. Ya me harté de dejarme de lado por ellos. Ya no estoy de acuerdo con tragarme lo que siento y pienso para que ellos estén bien. Ya.
Y me duele mucho, muchísimo. ¿Es que acaso viví engañada todo este tiempo? Mis mejores amigos resultaron diferentes a lo que siempre creí. O será más bien que aunque los conocí (porque siempre he sabido cuán egoísta puede llegar a ser Paola y cuán difícil puede ser relacionarse con Óscar) me negué a verlos sin el velo de amistad... No sé. Lo único que siento ahora es el corazón estrujado y golpeado y pateado y pisoteado por las personas a las que más he querido... porque lo de hoy fue el colmo. Al rato que se me pase y vuelva a hablar con ellos y si quieren aclaremos todo (si es que acaso les importa un poco) entonces estaré mejor. Pero ya no más. Ya no.

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