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martes, agosto 13, 2013

Fiebre amarilla: Yellowcard México

Sobre el lanzamiento de Ocean Avenue Acoustic, la noche del 23 de marzo y Yellowcard México.

Hoy es 13 de agosto, lanzamiento a la venta del nuevo álbum de Yellowcard: una versión acústica de Ocean Avenue, el disco que hace diez años elevó a esta banda de Florida al estrellato. Sin escalas. En sí, el aniversario del disco fue el 22 de julio, una década desde que las notas de un álbum en apariencia simple salieran de miles de bocinas y audífonos alrededor del mundo. Yo conocí Ocean Avenue en el año en que salió. Uno de mis primos lo traía consigo en unas vacaciones y me quemó una copia. A la fecha es el único disco de Yellowcard que no tengo original, conservo ese CD quemado.

Hoy, 13 de agosto, celebramos diez años del álbum que sacó a esa banda de la fama local y la hizo recorrer el planeta –era su cuarta grabación de estudio, pero saben a qué me refiero. La fiesta empezará escuchando las versiones acústicas, más íntimas, de canciones que nos hicieron vibrar, llorar y levantarnos cada vez que algo en nuestra adolescencia salió peor de lo que esperábamos.

Celebro con una playera de Yellowcard y con el tatuaje en mi brazo derecho, un verso de "Believe", onceava canción del disco y una de las grabaciones que se convirtieron en mi mantra y en uno de mis mandamientos. También celebro recordando una de las noches más felices de mi vida, cuando Yellowcard se presentó por segunda vez en México y nos regaló a los fans uno de los gestos más hermosos que cualquier artista puede tramar:

El video oficial del primer sencillo de Ocean Avenue Acoustic, "Ocean Avenue", fue parcialmente grabado en la explanada frente a El Plaza Condesa, la tarde del 23 de marzo del 2013, con la participación de unos 150 seguidores de la banda, organizados y liderados por las administradoras del Street Team Yellowcard México (las chicas que sostenemos la manta con el nombre del Team, a unos pasos de la banda, y tenemos una expresión de orgullo y fascinación en la cara).

La historia sobre el anuncio del concierto y nuestra emoción desmedida pueden leerla aquí. Años como fan from hell de un montón de cosas me han desarrollado una experiencia invaluable para organizar eventos como éste. Desde ayudar al Magical World of Harry Potter Fan Club México en las ventas de medianoche con el lanzamiento de los libros de esa saga, hasta las listening parties con LP Soldiers México y el MCRmy, todo fue ir tanteando terreno para el 23 de marzo.

Estaba empeñada en entrevistar a la banda. Una de las razones por las que estudié periodismo fue la muy egoísta "quiero tener la oportunidad de hablar con la gente a la que admiro y decirle al mundo con sus propias palabras lo geniales que son". Le escribí a los Zepeda, promotores del concierto, y nada. Semanas de correos y nada, hasta que una semana antes del show me enviaron un escueto "La banda no dará entrevistas". No me rendí. Consulté a la #YCFamily en línea y una chica me proporcionó el correo del manager de giras de Yellowcard. Le escribí explicando que quería entrevistarlos para una revista en línea y que en el Street Team teníamos la duda de si podríamos, a través de mí misma, entregar a la banda unos regalos que hicimos especialmente para ellos. Subí a comer. Cuando volví tenía un correo de la manager de la banda con copia para el manager de giras. "¿Qué necesitas para la entrevista? ¿Cuántas personas entrarían al meet and greet? Pónganse de acuerdo y hagamos que suceda." Miré a mi alrededor y no sabía cómo comunicarle a mis compañeros de oficina que estaba a punto de desmayarme. Salí a llamar a las otras dos administradoras del Team. Les dije la parte de la entrevista, me ahorré el "Conoceremos a la banda" hasta que tuviera suficiente confirmación (maña de periodista, primero verificar al 100% las fuentes). "No hay problema, nos vemos a las 7PM afuera del foro. Entras a entrevistar a Ryan y Sean, quince minutos. Al terminar, tus amigas y tú pasan a conocer a la banda completa y entregan sus regalos. ¿Te parece bien?". Llamé a Sandra y a Dyrce... lloramos juntas al teléfono.

Triangulando desde Cancún organizamos al equipo: mandamos a hacer playeras con el logo del Team, gafetes, un scrapbook para los chicos, reuniones para preparar la estrategia... Llegó la noche del 22 de marzo y, mientras Dyrce, Marco, Sandra y Pau esperaban a Yellowcard en el aeropuerto de la Ciudad de México, yo me enteraba de la separación de mi otra banda favorita. No pude llorar, sólo seguí adelante y a la mañana siguiente me encaminé hacia El Plaza, vestida con mi playera del concierto anterior y con la nueva en la mochila. Pasé a comprar botanas para la comunidad, mis amigos llevaban formados desde las 8 de la mañana y yo iba algo tarde, porque las circunstancias y la vida.

Mientras caminaba, con mis bolsas de víveres en las manos, hacia el grupillo de gente en la entrada del Plaza, le grité a Dyrce "¡Dyr! ¡Traigo papas!". Esperaba un "Hola", no esa mirada de susto y la palidez en el rostro de mi hermana amarilla. Dyrce señaló a su lado y yo, como en película, giré despacio. Longineu Parsons III, baterista de Yellowcard, caminaba hacia la entrada del foro, acompañado por su respectiva custodia de la empresa promotora. Oh, por todos los dioses del rock. Nada te prepara para ese momento. De alguna forma conseguimos mantener la calma –a esa hora éramos quizá unos 20-25 fans en la fila– y saludar a LP con una sonrisa nerviosa. Él devolvió el saludo y, cuando vio la manta, nos preguntó si podía tomarse una foto con nosotros. La chica que lo cuidaba no se mostró muy feliz, apresuró las fotos y lo llevó rápidamente al interior del Plaza. Olvidamos pedirle que firmara la manta.

El shock nos duró lo que LP tardó en volver a salir a la calle –unos 15 minutos–, esta vez solo. Cargaba una bolsa del súper y por un momento creímos que o había salido a tirar la basura o a darnos de comer. Se paró a mi lado y dijo "Would you guys like some free CDs?", me quedé con la boca abierta. "I mean... ¿discos gratis?". ¿Qué le respondes al baterista de tu banda favorita cuando te ofrece discos gratis? es decir, qué le respondes después de recuperar el habla. LP se plantó en el centro del grupo y repartió discos de su proyecto solista. Y luego alguien produjo de la nada un plumón negro y procedió a firmar cada disco que había repartido. Y luego se tomó fotos con cada uno de nosotros. Estuvo alrededor de 20 minutos conviviendo, platicando, agradeciendo nuestra presencia, sorprendido de que lleváramos horas formados ahí afuera. Sorprendentemente, los ya alrededor de 35 presentes mantuvimos la calma. Ni un grito, ni un chillido, ni una fangirl lanzándose al cuello del músico. Así como vino, regresó sonriente a las profundidades del Plaza. Volvimos a olvidar pedirle que firmara la manta.

Se acercaba la hora y la fila crecía. Mis nervios estaban que me mataban cada vez que miraba el reloj. Dos horas para la entrevista. Las únicas que sabíamos la verdad éramos Sandra, Dyrce y yo. Éramos las primeras en línea, aún sabiendo que por ir al meet and greet perderíamos los lugares y entraríamos después que todos al concierto. Todo estaba listo. Empecé a rayar en la neurosis y las chicas me tranquilizaban "Todo estará bien". A eso de las 6PM se asomaron un par de hombres con aspecto estadounidense a mirar la fila. Ya éramos alrededor de 150 personas sobre la banqueta, todos numerados gracias a las grandes ideas del Team y a un plumón que alguna de nosotras traía en la mochila.

Me acerqué a uno de los individuos conspicuos y le dije "Excuse me, are you Daryl?" y respondió "Oh, you're Marcela, aren't you?". Conversé un poco con él acerca de la entrevista, me informó que sólo podría entrevistar a Ryan, que si eso estaba bien –¡claro que lo estaba!– y que cómo la estábamos pasando. "We're gonna need your help in a bit, though. I'll come back out soon". Misterios y misterios. Se resguardó en El Plaza y apenas pude regresar con mis amigas cuando unos diez compañeros fans me rodearon para preguntar qué había sido ese intercambio. Les expliqué lo de la entrevista. Estaban fascinados. Aprobaron mis preguntas y sugirieron algunas. Cuando por fin me dejaron pasar, sonrientes y satisfechos, vi la cara de terror de Marco. "Marce... la banda va a salir. El otro dude nos pidió que los ayudemos a organizar a la gente... la banda va a salir a tocar una canción". Nah, eso no pasa. Esas cosas pasan en las películas, en los videos musicales, en otras partes del mundo. Aquí no. No en este concierto.

"Por favor chicas, no celulares ni cámaras o la banda se regresa al Plaza," uno de los chicos del staff mexicano nos explicó vagamente que Yellowcard quería salir a tocar una canción acústica, que por favor los ayudásemos a controlar la situación, que por favor nadie tuiteara ni subiera nada a Facebook hasta después del suceso. Por favor, encarecidamente. Dudamos un poco, pero al final confiamos en la base de fans. Ellos son como nosotros. Ellos entienden. Nadie haría algo mal sabiendo que la banda nos pedía ese favor. Lo único que hice fuera de línea fue mensajear a uno de mis mejores amigos que ya venía en camino "Apúrate, urge que llegues, sorpresa grande con la banda".

Las chicas y Marco (fan del año para el Team) recorrimos la fila con la misma letanía. Al inicio no nos creyeron, pero poco a poco todo empezó a cobrar sentido (ayudó que el staff saliera a colocar los papelitos de "Si usted está parado aquí, está aceptando ser filmado"). Acomodamos a 150 personas frente a las escaleras del Plaza y los convencimos de permanecer tranquilos. "You girls in the front, holding your banner, please," Daryl había vuelto al exterior y convencía a los Lobos de Ocesa de que no era necesario construir un muro entre los fans y los músicos "You don't understand... these kids would never hurt the band. I trust them". Los quince Lobos que nos separaban del metafórico escenario se replegaron a los lados del contingente.

El silencio, la tensión, las ganas de vomitar. Sandra, Dyrce y yo sosteníamos media manta y nos mirábamos con cara de "Esto no es real". Entonces, la banda salió en fila india. Estábamos tan asustados que no recuerdo si gritamos o no. Sean Mackin (violinista) caminó hasta nosotras y nos hizo high-five. Nos abrazó. LP venía al final, grabando con su celular. Encontraron sus posiciones y empezaron... "Ocean Avenue" acústica [Es importante mencionar que en ese entonces no sabíamos que el "proyecto ultra secreto por el aniversario de OA" era un disco acústico... pero teníamos nuestras sospechas]. Lloramos, gritamos, cantamos. Nadie sacó celulares ni cámaras. Todos estábamos demasiado concentrados en esta banda maravillosa que nos estaba regalando uno de los momentos que recordaremos dentro de 40 años como parte de lo mejor de nuestras vidas.

Terminó muy rápido, aunque hayamos sentido que duró una eternidad. Sandra, Dyrce y yo nos abrazamos muy fuerte y decidimos que todavía no podíamos llorar. Nos faltaba conocer a la banda. Preparamos todo: los regalos, la manta y nuestras cosas en paquetes perfectos. Marco y Pau (mágicos y maravillosos) quedaron a cargo de la fila. Las tres chicas nos dirigimos al punto de encuentro. Alguien del equipo de Yellowcard salió por mí "You ready?", "I've been ready for the past ten years". Entré al backstage y conocí a Ryan Key, la persona que escribe las canciones con las que he crecido estos últimos diez años. Era real: ahí estaba el cabello rubio, los tatuajes de Star Wars, el ligero titubeo, la mirada tímida. Nos sentamos en un sillón y puse la cámara en el peor lugar que se me ocurrió: el video es una desgracia, pero sale el 80% de Ryan... y la entrevista era escrita, así que tampoco fue tan grave. Pregunté y pregunté y pregunté. La transcripción estará en línea pronto, pero la entrevista publicada pueden leerla aquí.

–Ryan, ¿lo que acaban de grabar con nosotros tiene alguna relación con el proyecto ultra secreto por el décimo aniversario de Ocean Avenue?
– [risas nerviosas] Eres muy inteligente al unir esos puntos... ¡pero no te diré más! Es sorpresa.

Al terminar la entrevista, le dije a Ryan que estaba muy agradecida por la música y las canciones. Gracias, básicamente, por estar ahí para mí todos estos años. "Gracias a ti por seguir a nuestro lado".

Me aguanté las lágrimas y salí al pasillo a esperar que entrasen mis amigas. Había más personas en el meet and greet, algunas por la buena onda del staff y otros porque se ganaron el pase en algún lado (nunca quedó claro, nunca nos enteramos y corrían rumores desagradables sobre las circunstancias de dicho "concurso"). Daryl nos separó del otro grupo "These girls manage your Mexican Street Team, they brought something for you guys". LP se acercó y nos dijo "Yo las vi hace rato allá afuera, tenían una manta genial". Los demás (Sean, Ryan, Mendez y Josh) llegaron con nosotras y recibieron sus paquetes con mucha alegría: playeras y gafetes del Team para ellos y sus señoras esposas/prometidas. Les entregamos el scrapbook con cartas, recortes y dibujos de miembros de la #YCFamily en México y otras partes del mundo. Les entregamos una bandera de México con el logo de Yellowcard y firmada por todos las fans que estuvieron formados antes de que salieran a tocar el acústico.

Hay bandas agradecidas y ésta. Los chicos no dejaban de abrazarnos, de disculparse por tardar en volver a México, de tomarse fotos con todos los fans que encontraron en esa habitación. Al final no había mucho tiempo y enfoqué mi atención en a) decirle a Mendez que a veces respondía mis tuits (dijo: "¡Claro que sí! Yo sé quién eres en Twitter, ethne"); b) dar a Portman la bienvenida oficial a la #YCFamily; c) volver a agradecerle a Ryan y d) *redoble de tambores* mostrarle a Sean Mackin mi tatuaje de "Believe", *su* canción, *la* canción... le encantó. Mi tatuaje fue oficialmente aprobado por la banda que lo generó. Algunas fotos grupales con todos los fans y Daryl dijo "Ok girls, now just you, the guys, and the banner". Ojos muy abiertos, ¿en serio? Fotos de nosotras con Yellowcard y la manta. Nos despedimos con millones de agradecimientos, nuestro corazón en sus manos, etcétera. Regresamos corriendo al frente del Plaza y entramos al foro. Olvidamos pedirles que firmaran la manta.
El concierto fue increíble. Todo lo que esperábamos y mucho más. Todas las canciones. Nuestros compañeros fans apoyándose entre sí. Gritamos, cantamos, lloramos. Llegamos tan al frente como pudimos y la banda nos reconoció. Nos saludaron desde el escenario. Al terminar de tocar, Sean le entregó a Dyrce su setlist y una plumilla de Ryan. Ryan le entregó su setlist a Sandra. Se despidieron con todo el amor de México sobre ellos, con todo nuestro agradecimiento. Cuando empezó a vaciarse la sala abracé muy fuerte a Hernán, uno de mis hermanos de toda la vida, todavía muy impresionada por todo. Luego encontré a mis hermanas amarillas y, por fin, pasado el estrés del día, pasado todo lo mejor, por fin, abrazadas en el centro de la pista, nos pusimos a llorar.
Pasaron algunos meses con pequeñas emociones como descubrir tuits y vines de Yellowcard y sus señoras usando las playeras que les regalamos. Vivimos con ellos el dolor por el accidente de Alyona y los apoyamos en todo lo que pudimos. Llegó el 23 de julio (diez años y un día después de la salida de Ocean Avenue) y con esa fecha el estreno de su nuevo sencillo, con video y todo. "Ocean Avenue" en versión acústica. Yo estaba fuera de la ciudad, cubriendo el Festival Internacional de Cine de Guanajuato. Redactaba unas notas en mi habitación, con mi roommie, cuando vi un tuit en mi teléfono y la miniatura de un video en el que de inmediato reconocí la cara de Marco. Tiene que ser una broma. La conexión en el hotel no era la óptima y pude ver el video gracias a la BAM de Nancy. Gracias Nancy.

Me contuve, pero igual lloré un poco. Estábamos ahí, en pantalla, acompañados por los 150 fans afuera del Plaza, con la manta y con nuestros puños en alto, cantando con Ryan, Sean, Ryan, Josh y LP. Estábamos ahí, intercalados con fans filipinos en su propio concierto. Ahí, en pantalla, en YouTube, en un momento histórico para cada uno de nosotros. Nunca sabré bien por qué eligieron México. Es un honor. Sospecho sus razones y hasta podemos intuir algunas gracias a los tuits con que Ryan defendió el video de los quejosos. "Tendrían que haber estado ahí para entender la energía en México y Filipinas, lo que se siente tocar ahí". Estamos en el video oficial del primer sencillo del disco con el que Yellowcard celebra diez años del álbum que lo cambió todo, para ellos y para nosotros. Y ese disco sale a la venta hoy, 13 de agosto.

Disfrútenlo.

miércoles, julio 31, 2013

GIFF parte II: la estrategia y el after

A continuación, una serie de consejos para la estrategia de cobertura de un festival de cine* (de acuerdo con mi experiencia personal). Y cómo sobrevivir al cierre**.

Cuando vas a un festival de cine, no siempre puedes dedicarte a ver películas. No cuando vas a cubrir. En el mejor de los casos verás tres películas al día y estarán aderezadas por la charla con el director o actor designado, la conferencia de prensa, la alfombra roja (si te toca estar al pendiente), etcétera. En estos festivales siempre está sucediendo algo, así que debes estar preparado.

  • Un equipo. Si te enviaron con acompañante (reportero/fotógrafo/editor), ya tienes medio camino andado. En caso de que vayas solo (como suele ser mi caso), necesitas un grupo. Algunos reporteros trabajamos mejor en manada y con gente a la que ya conocemos. Yo tuve la suerte de encontrarme este año con una amiga a quien quiero mucho y que me presentó a sus amigos, a quienes ahora les he agarrado afecto. Se armó una bandita fabulosa y nos adaptamos unos a otros. Entre varios es más fácil ubicar eventos, cubrir terreno, prestarse cargadores, estructurar la orden del día, aconsejarse en cuestiones de redacción y hasta que te tomen una foto entrevistando al señor director galardonado en Cannes, "para el recuerdo".
  • El programa y el mapa. Básicos. ¿Cómo vas a saber a dónde ir y a qué hora si no tienes el programa del evento? No confíes en Google Maps o Navigation, con la red de tu compañía telefónica todo puede suceder. No salgas de tu habitación sin haber marcado (y estudiado) tus opciones del día: plan A, plan B y hasta plan C.
  • Libreta y pluma. Porque las grabadoras no siempre tienen la mejor calidad y a veces es imposible encontrar una buena fuente de audio. Y yo que grabo con el celular prefiero no dejarlo lejos de mí durante la conferencia, no se me vaya a olvidar.
  • Mochila resistente. Terminarás cargando tus cosas y las de alguien más (una cámara, una bolsa con ropa, unos zapatos ajenos), de modo que necesitas una mochila o bolsa espaciosa.
  • Conoce la sede. Date tiempo para respirar y siempre que puedas come en un lugar diferente (pero que tenga notas de consumo o facturas). Eso ayuda si tienes que escribir una nota de color y, bueno, alejarte tantito del ambiente de trabajo también se agradece. Importante: nada de cerveza en horas laborales, te alenta y para eso está la noche.
  • Aprovecha el hospitality. Está ahí por una razón. Tiene comida y bebida gratis (suficiente para que aguantes el día, pero si quieres comer-comer revisa el punto anterior), enchufes suficientes (o gerentes de restaurante buena onda que dejan que tus amigos y tú roten el mismo cargador detrás de la barra durante horas) y algo muy importante: sillas frente a superficies para redactar.
  • Ubica los baños, claves de red y enchufes. Cuando llegues a la sede, auditorio, hotel, restaurante, etcétera, localiza esos tres importantes artículos de emergencia. Son fundamentales para tu supervivencia.
  • Ubica los OXXO y demás tiendas de conveniencia. Ya sea que tus amigos necesiten un cigarro o una botella de agua (las prioridades del periodista se ponen a prueba en una cobertura), saber dónde están y a qué hora cierran estas tiendas es información valiosa.
  • Radiotaxi. Todos los hoteles tienen en recepción al menos un número telefónico para solicitar servicio de taxi en la ciudad o pueblo donde suceda la magia. Además, estos servicios generalmente ofrecen comprobante, a diferencia de los taxis callejeros. 
  • Factura todo lo que puedas. Si, en el mejor de los casos, te dieron viáticos en la oficina, necesitarás comprobarlos. Factura todo lo que puedas o al menos consigue comprobantes de consumo en los sitios a los que vayas. Si compraste comida en el súper porque el hospedaje no incluye comidas, factura esos tickets.
  • Ejercítate. Si pasaste mucho tiempo sentado durante el día de cobertura, intenta caminar al menos un tramo del camino de regreso. O sal a bailar. Mantente saludable. Tu cuerpo lo agradecerá al final de la semana.
  • Discrimina contenido. No todo sirve para el medio en el que trabajas ni para todas las plataformas del mismo, pero algunas cosas pueden servir para tu blog personal o para otro tipo de lectores. Todo es información, aprovecha que tienes ese acceso directo.
  • Las fiestas. No sirve de nada negarlo, las fiestas son fundamentales para hacer contactos y quizá sacar ese dato que va a servirte después para... lo que sea. Búscalas. Busca los afters. Y si no consigues pulsera, siempre puedes conseguirte un plan B (personalmente, recomiendo los karaokes).


El after
La meta no es cumplir con tus responsabilidades periodísticas –eso el trabajo, la misión general. Tu meta debe ser sobrevivir al festival. No podrás evitar el alcohol ni las desveladas, pero sí puedes prepararte para ello (pero eso será otro post, otro día). Consejos básicos:
  • Sé una persona organizada. Desarrolla una rutina, deja tus cosas siempre en el mismo lugar, para no perderlas y para notar de inmediato si te falta algo.
  • Los teléfonos de todos con su número de habitación. Por si alguien se queda dormido, puedes evitarle la pena de perder el autobús.
  • Mucha agua y comida saludable. La alimentación es impredecible durante el festival. A veces sustituyes la cena por cerveza, otras sólo consigues hamburguesas, otro día tal vez sólo encontraste ensaladas. Tu cuerpo necesita regresar a su rutina. Cuando estés de vuelta en casa bebe mucha agua y come lo más sano que puedas.
  • Ejercicio. Lo mismo. Necesitas recuperar la figura.
  • Duerme. Descansa mucho. Aunque no quieras, tu cuerpo empezará a apagarse desde que te subas al autobús de regreso. Ojalá puedas trabajar desde casa al día siguiente.

Por ahora, creo que es todo. No cumplí mi meta de escribir sobre la experiencia general del festival en este espacio, pero creo que dos escritos para un sólo evento es romper una marca personal.
Espero los hayan disfrutado y les sean útiles en la vida.

¿Ustedes tienen alguna estrategia personal que gusten compartir?

*Gracias a las aportaciones de Karina Cabrera en este tema.
**Gracias al Matriarcado, sin quienes nunca hubiera sobrevivido al GIFF. ¡Los extraño!

miércoles, julio 17, 2013

GIFF parte I: El pre.

Siempre intento bloguear sobre los festivales a los que voy en este espacio personal... y rara vez consigo postear más de un texto. Esta vez lo intentaré de nuevo... camino al Guanajuato International Film Festival.


En esta primera parte abordaré los preparativos. ¿Qué lleva una reportera a un festival de cine? Años de experiencia (bueno... dos años... más la experiencia combinada de convenciones diversas) me han llevado a desarrollar algunas estrategias para ir lo mejor preparada posible.

Cobertura:
Vas a trabajar, así que necesitas tus básicos para cubrir el festival.

  • Computadora. Generalmente la sala de prensa ofrece computadoras de acceso gratuito para que escribas tus notas entre conferencias o funciones, pero si lo tuyo es más del tipo cobertura pesada y llegas en la noche a transcribir, redactar y enviar, te es muy necesaria una laptop. 
  • Celular con plan de datos. No confíes en que las sedes y el hotel tendrán internet inalámbrico, es mejor pagar un extra en tu plan que quedarte en el pánico de "no pude enviar algo a tiempo porque no pude conectarme a la red".
  • Internet en el hotel. Hablando de pagar extra... no siempre es gratuito el acceso a Internet en el hotel, así que asegúrate de que tienes posibilidad de red y si tienes que pagar por ella, recuerda que tienes el RFC de tu medio o inclúyelo en tus viáticos.
  • Cámara de video y fotográfica tan portátil como se pueda. Si tu celular tiene una buena cámara, es suficiente. El punto es que no pierdas material porque tu cámara está fallando o porque no te mandaron fotógrafo (eso pasa, mucho).
  • Suficiente memoria en todos tus artilugios tecnológicos. Se explica solo.
  • Libreta y pluma. Son más confiables que la batería de tu iPod, aunque no necesariamente tan portátiles. Lleva los propios, aunque seguramente en el kit de prensa te proporcionen ambas cosas en medidas estándar.
  • Mochila. O una bolsa grande. Es muy probable que te den una con el material de prensa, pero no sabes de qué tamaño será, qué tan cómoda, si cabe tu equipo, qué tan protegidos van tus gadgets... mejor lleva una a la que estés acostumbrada, donde además de tu equipo quepan todas las cosas que cargamos en las bolsas generalmente. 
  • Cables. Todo necesita batería y todo necesita cables. Asegúrate de llevar los cargadores correctos para celular, cámara, tablet, iPod y laptop. Si puedes llevar dobles, mejor. Tip: no dobles los cables, se lastiman, mejor enróllalos sin apretarlos demasiado y átalos con un listón o cuerda suave.

Ropa:
Funciones de gala, fiestas y funciones normales. El mundo no se acaba si vas a la función inaugural en la misma ropa con la que pasaste 6 horas en el autobús que te llevó al Festival (en serio, eso nos pasó hace un año) y de ahí llegas en las mismas fachas a la fiesta subsecuente, pero por si acaso, prepárate. Otra nota importante aquí es que está padre mejorar la imagen de la prensa. No siempre se nos ve con buenos ojos porque no siempre tenemos la decencia de llegar a un evento vestidos ni remotamente cercanos al dress code. Esto se entiende cuando cubres varias conferencias y asuntos en el mismo día, ni modo que a todo vayas de traje / vestido... pero acá te están dando la pista. Aprovéchala y empaca:

  • Vestido de coctel / traje sastre. Suficientemente cómodo y formal, para funciones de gala y algún otro evento 'elegante'. Combina blusas, sacos, chales y accesorios (yo, dando consejos de ropa, ternura) por si no llevas un outfit para cada cosa (lo cual sería imposible a menos que seas un as de la moda).
  • Zapatos versátiles y cómodos. Para esos trajes recién mencionados.
  • Tenis o botas. Para las fabulosas y empedradas calles de la ciudad en cuestión. El tiempo que pases caminando o sentada tendrá consecuencias en tus pies, lleva zapatos que sirvan para ambas cosas y considera la posibilidad de no volver a tu hotel para cambiarte.
  • Ropa cómoda... que no sean pants y pijama. Yo soy la primera en ponerse playeras de bandas y mezclillas cómodos para ir a una convención, pero al final del día es trabajo. Si vas a ponerte mezclillas, que estén limpios (o sean de color oscuro y no necesites lavarlos más de una vez cada 5 puestas). Si vas a ponerte playeras, que sean de tu talla y que sean cómodas. No olvides al menos un par de blusas intermedias por si acaso.
  • Pijama. Averigua el clima de la región. No quieres enfermarte a medio festival porque hace mucho frío y te llevaste un camisón ligero (o porque hace demasiado calor y llevaste pijama de lana). Y pantuflas, porque no quieres pisar el piso del hotel, nunca.
  • Chanclas para el baño. Te estás haciendo un favor, en serio.

Higiene:
Algunos tips que nunca están de más.

  • Lo de las chanclas es real. Cuida tus pies.
  • Lleva lo básico de tus implementos para el cabello, porque no quieres arriesgarte a que el cabello rizado te traicione: mousse, ligas, pasadores, diademas, etcétera.
  • Hay toallas en el baño y seguramente no tienes mucho espacio en la maleta. No lo desperdicies en tal paranoia, los bichos tampoco están para tanto.
  • Desodorante. Recuerda que no sabes si podrás volver a tu hotel en todo el día. TODO. EL. DÍA.
  • Perfume. La misma idea. LA. MISMA. IDEA.
  • Maquillaje. Keep it simple para poder elevarlo si es necesario pero que si la película te hace llorar no te irrites los ojos con el rímel corrido.

Y muy importante.
Dormirás en un hotel y probablemente compartirás habitación con algún colega. Si se conocen y se llevan bien, genial (yo tendré esa suerte durante al menos la primera mitad del festival). Si no se conocen: ¡yei! oportunidad para ejercitar tus habilidades sociales. Si se conocen y no se llevan bien: deal with it y no provoques, pero tampoco te tragues todo lo que te avienten.

Por ahora, eso es todo. Si se les ocurren más tips, siéntanse libres de agregarlos... ahora me voy a empacar. Con una lista donde marcaré lo que me llevo y utilizaré para registrar mis pertenencias cuando venga de regreso. Y así corro menor riesgo de perder algo.

sábado, marzo 02, 2013

Giramos alrededor...

Hace una semana fui al primer concierto de La Gusana Ciega en el Auditorio Nacional. Primero y ojalá no último, porque a pesar de llenar el lugar, no son del tipo de banda que pueda abarrotar foros grandes constantemente. No lo digo porque no les tenga fe, al contrario, voy a creer en ellos hasta el último día de mi vida. Pero es que son muy locales. Son una de esas bandas que escuchas en casa con tu familia o en un bar con tus amigos o en tus audífonos sentado en el pasto de un parquecito. Son encantadores y se sienten como parte de la familia, como esos compañeros de primaria que dejas de ver por décadas y un día te los encuentras por casualidad en el súper y se quieren como si no hubiera pasado un día. Vaya, les tomó casi veinte años llegar al Auditorio Nacional y con todo y los meses de intensa promoción no lograron vender "hasta el último boleto". Cosa que al final no importa, porque quienes estuvimos ahí sabemos que la intensidad con que este cuarteto se entrega al público sólo tiene rival con la intensidad que nosotros les devolvemos.

Pero empecemos desde el principio. No sé por qué no he escrito más sobre La Gusana Ciega en este blog. Son una de mis bandas favoritas, los amo desde que era una niña, por todos los dioses, el url de este blog debería darles a todos una pista. Y con todo, nunca he escrito tanto sobre ellos en este espacio. Eso se resuelve ahora mismo.

Mi historia con LGC es curiosa. Los conocí, como muchas cosas en la infancia, por medio de mi hermano. Los escuchábamos en casa y me divertían mucho sus letras. Eran de esas canciones que conforme crecía entendía mejor. Un día, cuando mi hermano ya era periodista de rock, me llevó a un festival organizado por la ya extinta estación de radio Órbita FM. Se llamaba Rock Chavitos y era un festival de rock muy familiar y ameno. Recuerdo que entre la multitud nos encontramos a alguien de Guillotina y nos saludó porque mi hermano era fan y luego reportero y se llevaba bien con toda esa gente (se le da eso de amiguear con los rockeros mexicanos). Fue la primera vez que entré a un catering para prensa. Una señorita edecán me ofreció un refresco de manzana y me emocioné mucho. De esos momentos que podrían señalar a mis intenciones posteriores de dedicarme a esto de a) el periodismo y b) el periodismo de música.

Total que yo siempre le decía a mi hermano "Preséntame a Daniel" (Gutiérrez, el vocalista de LGC). "Ándale, qué te cuesta". Yo toda fangirl. Pero pues era una pre adolescente obsesionada con el rock pop de los 60 y enamorada de una banda de rock mexicana. En ese Rock Chavitos... tocó La Gusana Ciega. Y fui feliz. Y segundos después todo se vino abajo porque salieron con su chistecito: ¿qué creen? Éste fue nuestro último concierto, nos vamos a separar. Oh oh.

Corte a: algún Vive Latino o festival de algo. No sé cuál. Pero ya estaban de vuelta y los escuché de nuevo en vivo. Y volví a ser feliz. Muy. Porque me fascinan.

Corte a: Feria Internacional de la Música en Guadalajara, el año era 2011 y yo apenas becariaba para Gatopardo. Tuvieron la confianza de enviar a la becaria a una feria de algo a reportear. Me subí al avión y oh por todos los dioses Daniel Gutiérrez estaba en el mismo vuelo. Llegando allá descubrí que estarían en promoción con Volaris y además iban a tocar en un bar. Me di un descanso del trabajo y fui a que me firmaran una postal para mi gemela Zyanya. Luego me gané una playera negra que transformé en una blusa con galaxy print (y usé para el concierto del 23 de febrero) y me tomé un par de fotos con ellos. Fue un tanto surreal. Tuve una idea brillante.

Corte a: de regreso en el DF y en la oficina, le propuse a mi jefe "La Gusana Ciega va a sacar disco, ¿puedo entrevistarlos?". Sí, puedes. Hice todo lo que tenía que hacer... y finalmente conseguí entrevistar a La Gusana Ciega. Una de mis bandas favoritas y yo me moría de los nervios. He podido conocer a más gente interesante e importante desde entonces, pero esta banda será siempre mi entrevista favorita. Me di el lujo de fangirlear un poco al final y confesarles que los escuchaba desde chiquita. Me firmaron el disco de Conejo en el sombrero, que atesoro con mucho cariño. Esa entrevista pueden leerla en el sitio web de Gatopardo.

Corte a: Zyanya Zavaleta es una de mis amigas más queridas. Es una hobbit y es mi gemela cósmica. Uno de nuestros amores en común es hacia LGC. La primera vez que tuve acceso a autógrafos de ellos los usé en una postal que les pedí para ella. Fuimos juntas al concierto del 8 de octubre de 2011 en el Metropólitan y fuimos juntas al del sábado 23 de febrero de 2013 en el Auditorio Nacional.

Corte a: mi pequeña Nelly Marina es la tercera hobbit y mi muy adorada enanita periodista que será la Paty Chapoy de nuestra generación, pero mejor. Una noche nos acompañamos a la presentación de un servicio de compra de música en línea, llamado IdeasMusik. Ahí, ella buscaba celebridades para entrevistar y llevar nota a su revista (escribe en POR TI). Justo entraba Daniel Gutiérrez a la sala y se lo señalé "Mira, él canta en La Gusana Ciega". Para entonces ya había entrevistado a la banda y según yo medio me ubicaban. Y nada, que Daniel me ve, se acerca y me saluda. Casual. Se quedó platicando con nosotras unos 10 minutos y después cada quien se fue a lo suyo. Al final pasamos a despedirnos de él y nos dio un abrazo a cada una con su respectivo "Cuídate mucho, que te vaya bien". Mi niña interna se moría de la emoción.

Corte a: este año me han pasado cosas muy interesantes e inesperadas, y eso que apenas empieza marzo. Una de las cosas divertidas fue una acreditación sorpresiva a un showcase acústico de LGC en el MUJAM, organizado por algo llamado ConciertoCable justo un mes antes de su concierto en el Auditorio. Debí escribirle su propio post, pero les comparto algunas de las fotografías de esa noche.



Corte a: como parte de la promoción de su concierto del 23 de febrero, LGC estuvo una semana en cabina con Grita Radio. Me hubiera encantado entrevistarlos, pero no fue posible. En cambio, Karina Cabrera, amiga de hace muchos años y periodista de rock a quien respeto y admiro, me encargó uno de esos trabajos freelance que me hacen muy feliz porque es casi como ponerme a jugar: un mixtape que reflejara la evolución de La Gusana Ciega. Le dediqué todas las noches de una semana a escuchar de nuevo la discografía completa de la banda y a elegir cada canción con cuidado quirúrgico. Pueden escucharlo aquí, ojalá les guste.

Me hizo muy feliz que se presentaran en el Auditorio Nacional. Se lo han ganado y se merecen todo lo bueno que les pase.

Gracias Gusana Ciega por ser banda sonora de mi crecimiento. Gracias por la música, por inspirarme, por motivarme y por nunca decepcionarme. Gracias gracias gracias por hacerme girar y acercarme a las estrellas.

Vuelvan a ser mis sueños. Para toda la vida.

domingo, septiembre 16, 2012

Linkin Park en México: a 10 años.

Encontré la reseña que escribí del concierto de Linkin Park en México el 2 de marzo de 2002. Impresa. Porque aunque mi recámara es un caos, sé exactamente dónde está todo... incluida una hoja bond doblada por la mitad, impresa en marzo de hace diez años para el periodiquito escolar que hacíamos en primero de secundaria. Ah, el Colegio Brookfield y sus grandes ideas.

En esos tiempos yo ni siquiera soñaba con ser periodista, pero era la más ñoña del salón y terminé editando (y a veces redactando completo) este experimento. Ya era fan de Linkin Park y mi hermano me acompañó al Foro Sol ese 2 de marzo. Todavía tengo la playera que me compré ese día... de hecho, la llevé puesta el viernes pasado para el concierto de Linkin Park en la Arena Ciudad de México.



Transcribo, pues, la reseña de aquel entonces (tengan compasión, era una niña de 13 años reseñando el concierto de su banda favorita):

Linkin Park en México [en realidad la nota ni trae título...]
Por Marcela Vargas Reynoso

El pasado sábado 2 de marzo, el Foro Sol y más de 50 mil almas palpamos el fantástico despliegue musical de una de las bandas más importantes de rock metalero de nuestra generación, Linkin Park.
Después de escuchar aproximadamente 3 cuartos de hora [sic] de los alaridos de Static-X, vino un "pequeño" intermedio de unos 20 minutos de completa aburrición mientras se revisaban el audio, tornamesas y demás instrumentos.
De pronto se apagaron de nuevo las luces exteriores del foro y en el escenario aparecieron los 6 integrantes de LP. Dirigieron unas palabras al público y entre gritos desesperados de los fans y una chifladera sin precedentes sonó el primer acorde de "With You", canción con la que abrieron el concierto; seguida de "Runaway" y "Papercut".
Algunas rolas después ("Points of Authority", "A Place For My Head" y "By Myself") con sus grandiosas voces, Shinoda y Bennington entonaron uno de sus más grandes éxitos, "In The End".
"Forgotten", "Crawling" y "Pushing Me Away" fueron coreadas por un público completamente excitado, pues el genial Chester se lanzó hacia la pista, siendo jaloneado por sus tantos admiradores de tal manera que al regresar al escenario había ya perdido la camiseta negra que portaba.
Lamentablemente todo tiene un fin, aunque a nadie le parezca, y éste hermoso ensueño terminó con "One Step Closer".
Finalmente y como buena acción de su parte, Rob Bourdon caminó hacia el público y lanzó sus baquetas al aire, para ser atrapadas por el enardecido auditorio, mientras que Mike arrojó su camiseta.
Podrá parecer extraño, pero de haber muerto en el preciso instante en que mi admirado Chester cantó la fracción lenta de "I put my trust in you / pushed as far as I can go / and for all this / there's only one thing you should know" hubiese muerto como una rockera feliz.

Entreteni-2
Año 0, número 4.
Marzo/abril 2002.
1o A
Secundaria Técnica #83, México DF

No voy a ponerme a contar cada error que hay en la nota... porque la escribió mi yo de hace diez años que quería ser... no recuerdo qué quería ser, pero mis maestras decían que iba para Ciencias Políticas... y miren ahora... jeje.

El asunto es que pasaron diez años y no sólo no se ha ido esa emoción extrema frente a un escenario y una banda que adore, sino que el viernes fui a uno de los mejores conciertos de mi vida... y aunque tardó 10 años (y 6 meses y 2 días) en suceder, creo que mi yo de 23 años fue incluso más feliz que la que escribió esta reseña en primero de secundaria.

Y ése el tipo de cosas que me hacen ser quien soy... una fan from hell obsesiva que puede enojarse mucho con Linkin Park por olvidar a México tantos años... y luego perdonarles todo con una experiencia tan indeciblemente catártica como la del viernes 14 de septiembre.

Yo me formé para ese concierto diez años, seis meses y dos días antes de que empezara.

sábado, agosto 20, 2011

Quiero creer.

Este espacio, en este momento, no es un blog informativo. Es un desahogo. Es una pausa en mis kilos de tarea, porque mi profesión me lo pide. Mi conciencia me exige esta reflexión.

Como ya saben, se suspendió el partido Santos - Morelia debido a una balacera que ocurrió a las afueras del estadio Territorio Santos Modelo, en Torreón, Coahuila. Yo no veía el partido, estaba en mi cuarto trabajando en la práctica de Fotoperiodismo. Siempre tengo abierta mi cuenta de Twitter. Ya se me hizo costumbre. Si no es por eso, no hubiera sabido... leí en un tuit, ya no sé de quién, que suspendían el partido en Torreón por una balacera. Bajé a cambiarle a la tele, mis papás veían el final de una película.

Vimos, impresionados, la cobertura de ESPN. Ni siquiera consideramos cambiarle a Azteca o a Televisa. Sí le pusimos unos segundos a MilenioTV. Preferimos regresar a ESPN. Hicieron una mejor cobertura. No me atrevo a decir que fue brillante, pero para ser periodistas deportivos que no suelen cubrir hechos de la naturaleza de los de hoy, lo hicieron mejor que los que sí: entiéndase Televisa y TV Azteca. No puedo decir mucho acerca de la primera porque no la vi, me guío por comentarios leídos en Twitter de las cuentas de personas en cuyo criterio confío. Sobre TV Azteca pude ver la repetición de todo en el canal de -2 horas... y qué pena. Los comentaristas se alteraron y quiero pensar que detecté el momento del regaño, un silencio de un par de segundos después de que uno de ellos hablase sobre la "maldita inseguridad" y la "vergüenza" del estado en que se encuentra el país. Unos minutos después de ello se confirmó la suspensión del partido y cortaron la transmisión. ¿Qué insertaron? No fue una cobertura especial ni un corte informativo... fueron episodios de uno de sus programas estúpidos: "Ya cayó".

Se me revolvió el estómago con esto. No pude evitarlo: ni el retortijón ni el nudo en la garganta. El mismo nudo que sentí cuando los compañeros del Tec en Monterrey y cuando la masacre de Villas de Salvárcar y cada vez que pasa algo así... Y no es que me horrorice porque sucedió durante un partido de futbol. No es que piense que el futbol es sagrado y no debería suceder ahí y sí en otros casos. Es que son símbolos. Son momentos simbólicos en los que no hay cómo ocultar lo que ocurre. Aunque TV Azteca omita la información escudándose en su acuerdo aquél que tan bien recordamos, aunque se guarden la información... otros canales siguen la cobertura.

Y Twitter. ¿Qué les digo sobre Twitter? Ahí me enteré. Y un vistazo a mi timeline me retorció el cuello. Todos peleando. Unos porque exigen paz y culpan a los criminales, otros porque culpan al presidente del país, otros porque culpan a los que se culpan entre ellos. Gente ofendiendo y dividiendo. Los que dicen que no importa porque eso ocurre todos los días. Los que dicen que cómo es posible esto en un estadio, como si los otros lugares fueran cualquier cosa. Los que dicen que el futbol qué, que dejen de quejarse. Los que hacen chistes estúpidos. Los que defienden el actuar de las televisoras. Los que denigran a quienes defienden el actuar de las televisoras. Los que dicen que a quién le importa la cobertura. Los que dicen que no sirve de nada manifestarse o proponer una expresión de desacuerdo o que nada sirve nunca y prefieren hacerse mensos pensando en cualquier otro asunto. Los que  así, sucesivamente, hasta que se diluya. Hasta que pase otra cosa que nos haga olvidar o relegar.

O qué sé yo. No tengo respuestas. Tengo muchas preguntas y dudas y confusiones. No sé qué va a pasar con mi país. No sé qué va a pasar con mi gente. No sé qué va a pasar conmigo. Ni con el de al lado. Ni con mi mejor amigo que vive en Chihuahua y me da un terror inaudito que un día le pase algo. Ni con mi familia que vive conmigo en el DF y hasta ahora nos hemos salvado, irónicamente, en la ciudad de México, a la que tanta gente le tenía miedo. Tengo miedo. Tengo miedo de mis amigos y compañeros de periodismo a quienes a lo peor nos toca algún día cubrir estos asuntos. Tengo miedo del miedo y de mejor huir para no enfrentarme a ello.

Creo que me anima un poco ver la reacción de la gente en el estadio. Sí hubo miedo y hubo incertidumbre y hubo su dosis de caos. Pero no hubo estampida ni sofocación ni aplastamientos. La gente se portó a la altura. Las personas se ayudaron mutuamente. Se consolaron y se apoyaron. La directiva dio la cara por sus aficionados. No hubo una evacuación irresponsable. Quiero creer que más allá de lo horrible que es acostumbrarse a vivir así, estas acciones hablan de un mejor México posible.

Quiero creer.