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miércoles, noviembre 28, 2012

Navidad, Navidad...

Falta menos de un mes para Navidad. Pero yo estoy lista desde siempre.

La Navidad es una fecha importante en casa. No sé bien por qué razón, pero es la época favorita de mi papá y está empatada en mi top 2 con la doble celebración de Noche de Brujas y Día de Muertos. Creo que ni siquiera mi cumpleaños me gusta tanto. Aunque en realidad eso se debe a que cuento mi cumpleaños dentro de las fiestas de fin de año, porque con esa celebración se inaugura el "Holiday Season" en mi familia (si viviéramos en Estados Unidos, sería un double feature con Acción de Gracias).

Uno de los asuntos con la Navidad es que mi madre no es muy fan, a diferencia de mi papá y yo, que nos emocionamos desde noviembre y planeamos la iluminación de la casa durante todo el año. Usualmente ponemos el árbol (una cosa de dos metros de altura hecho de algún plástico verde que semeja un pino natural) y las decoraciones correspondientes el fin de semana más cercano al 12 de diciembre (no hay motivo guadalupano, simplemente nos parece un buen punto medio). Este año será distinto, porque en ese fin de semana yo estaré en la graduación de una de mis queridas amigas de la escuela (todos feliciten a Jade, que se convierte en Ingeniera en Biotecnología), de modo que todo se adelanta para el 1 de diciembre. Secretamente también será nuestra forma de evasión para olvidar que ese día toma posesión de la silla presidencial el sujeto aquél que no quiero mencionar.

¿Por qué soy tan feliz ese fin de semana? Porque hay música (navideña, duh, una compilación armada entre mi padre y yo que dejamos en repeat toda la tarde), pizza (no me importa si técnicamente no es comida navideña, en mi casa aplica perfecto para comer post jornada de decoración), películas ("La Joya de la Familia" es perfecta y una de nuestras favoritas), frío y ropa acorde (no saben lo genial que es un gorro de Santa hasta que lo usan mientras están trepados en un muro colgando series de luces) y adornos (decenas: antiguos – esferas que están en la familia desde mis abuelas, nuevos – botas y cosas que hago cada año, curiosos – títere de hombre de jengibre, anyone?).

Algo nuevo este año será, probablemente, el horneado de galletas. Lo intentamos en 2011 pero éramos muy novatas y no quedaron tan bien como podrían. 2012 será diferente. Por ahora me entretengo pensando en la lista de cosas que quiero resolver antes del 24 de diciembre. Eso incluye: R-E-G-A-L-O-S. Mi madre y yo tenemos esta tradición no oficial de ir un día al centro de Coyoacán a buscar regalos. El año pasado añadimos el mercado de Portales a este recorrido. Creo que en un par de semanas lo repetiremos. Con comida china, oh yeah.

Les dejo algunas de las canciones que nunca faltan en mi compilación navideña:

"All I Want For Christmas Is You" - My Chemical Romance
Todo el disco "Christmas with Conniff" del coro y orquesta de Ray Conniff
"What's This" y "Making Christmas" del soundtrack de The Nightmare Before Christmas

Creo que este diciembre añadiré "Let It Snow" de The Baseballs... ¿alguna sugerencia?

domingo, julio 08, 2012

Highlights de la semana

Un rápido recuento de una buena semana.

De repente se me va la onda y dejo un poco abandonado este lado de mi vida virtual, ustedes disculpen.  En los últimos meses, mi vida ha pasado de interesante a muy ocupada. No es que antes fuera yo una ociosa, pero es distinto dedicarte de lleno a la vida laboral que trabajar medio tiempo y estudiar la otra mitad.

Como algunos de ustedes recuerdan, me gradué de periodismo hace unos meses (7, para ser exactos) y desde entonces paso mis ocho horas reglamentarias (or so) en las oficinas de Editorial Mapas, donde trabajo para la revista Gatopardo y para la Nueva Guía del Centro Histórico. Toda la vida he sido una workaholic intensa que se carga de trabajo porque le resulta divertido. Así que un día, platicando con un amigo, pensamos "¿Y qué tal si abrimos un blog donde escribamos de todas las cosas que nos gustan?"... lo cual nos lleva a uno de los highlights de esta semana:

La Hora Libre. Esta semana abrimos el blog La Hora Libre. Llevaba en línea desde principios de junio, pero entre meterle contenido y armarlo en términos generales, habíamos tardado en hacerlo público. El sitio se explica a sí mismo, pero hago notar que con este proyecto tengo la fortuna de trabajar con personas a quienes a) quiero mucho, b) respeto en cantidades extranormales, y c) están más o menos igual de locos que yo (and that's saying something). Si les interesan el cine, la música, los cómics, la tecnología, los videojuegos y cosas por el estilo, hagan el favor de pasar a leernos. Agradecimientos especiales a Alex "Chinoz" Rocha (cofundador, coeditor y coetcétera), Miriam Ley (diseñadora gráfica y acompañante cafetera del diario), Genaro Chávez (ingeniero de mente compleja y una paciencia considerable), Leo Lozano (internacionalista, amigo de años y colaborador sumamente comprometido), Rodrigo Raya (hermano universitario, ultrafanático de la animación y analista no tan de clóset), Zyanya Zavaleta (mi hermana gemela y cómplice absoluta en mis locuras), Lalo Castillo (psicópata gamer y excelente amigo) y last but not least, a Raúl E. Pérez Rioja (fiance, dearest friend, cómplice, etc). Ellos forman parte del staff de este proyecto y están dando el salto de fe con nosotros.

En otro momento destacado de esta semana:
Comida gemela. Ya les he hablado sobre Zyanya. Es mi gemela, la adoro with all my heart, y se casa este septiembre. La vi el jueves y comimos juntas. Fue, por una hora, como regresar a noveno semestre de la universidad, temporada en la que además de estatura, cumpleaños y carrera, compartimos casa. 12 pasos nos separaban. Si tenía una idea ridícula a las 11pm, podía caminar esos 12 pasos hasta su puerta y tocar. Si súbitamente, ella sentía la necesidad de mostrarme un video de Supernatural, podía caminar los 12 pasos hasta mi puerta y tocar. Cuando nos aburríamos bajábamos a ver la tele o nos sentábamos las dos en la misma cama a platicar de todos los temas que ya hemos platicado quince veces. Cuando había proyectos enormes que terminar, pasábamos de trabajar en su cama (el cuarto es pequeño, así que no hay espacio para un escritorio) a repartirnos por mi recámara (escritorio o colchón) a tener encendida la luz del comedor hasta el amanecer, con mi perro fielmente acurrucado en la puerta de la cocina. Comer con ella fue recordar eso y hacer planes, porque uno hace planes con su familia. Y hay una boda en septiembre :)


Y hablando de cosas divertidas...
Fiestas. De unos meses para acá se me ha dado eso de las fiestas. Es soberanamente divertido. Dejé de ir a fiestas en la universidad. Es decir, salía con amigos a bares, al cine, a una que otra reunión socialmente relajada en casa de alguien conocido y cercano. Pero cero fiestas "como las de la prepa". Un amigo dice que dejamos de ir a fiestas así porque crecimos y maduramos y ya no las necesitamos. Yo digo que dejamos de ir a esas fiestas porque nos acomodamos muy bien en la rutina "bar de cervezas baratas y la seguimos en casa". No que tenga algo en contra, porque algunos de los mejores momentos del año pasado involucraron empezar una salida en algún barecillo coyoacanero, pasar por unos tacos al lugar de siempre, pasar a un Oxxo o Seven y llegar a mi casa con algún vodka o cervezas y un ipod con buena música. Pero en los últimos meses se presentaron oportunidades de ir a fiestear (sí, es un verbo, porque yo lo digo) y decidí tomar esas oportunidades. Y arrastrar a mis amigos conmigo. Vaya que nos hemos divertido. Aunque creo que sí comienzo a extrañar esas salidas de barecito tranquilo y/o cervezas en la sala y una buena partida de Gears of War o Magic.

Finalmente...
Libro. Historias de Las Historias. El viernes tuve la oportunidad de acompañar al escritor Alberto Chimal a presentar la antología de minificción Historias de Las Historias, donde aparece un cuento mío. La versión corta es que Chimal hace un concurso mensual de minificción en su sitio web, concursé hace como año y medio y gané. Un día me avisaron que antologarían a los ganadores. Otro día me avisaron que el libro estaba publicado. Otro día me invitaron a la presentación y me ofrecieron formar parte de la mesa con otros autores antologados. Yo dije que sí. Anuncié el evento en Facebook y empezaron a confirmar algunos amigos. Pensé "Será lindo que algunos amigos me acompañen". Had I known what was in store... El viernes a las 5pm, en la Librería Rosario Castellanos, parecía que traía conmigo una porra. Les agradezco infinitamente el haber llegado y haber estado conmigo en ese momento. Mamá, papá, Pao, Hernán, Fiance, Juan Enrique, Laura, Tirzo, Alex, Memo, Liz, Adri, Fer, Karina, Karen, Magui, Julio y Adriana. Y a quienes estuvieron telepáticamente porque la vida no siempre da para eso: Miri, Karlita, Andrea y mi hermano. Se siente bien bonito tanto cariño y apoyo.

Foto de Jorge Tirzo

Foto de Laura Yaniz

Foto de Karina Cabrera


Pues sí, una bonita semana indeed. Ya estaré contándoles sobre la siguiente semana... que será como el highlight del año:

¡¡San Diego Comic Con!!