sábado, junio 25, 2011

La intensidad es intensa: DT, Alexia, meditaciones sobre HP.

La intensidad es intensa. No existe otra forma para definirla. Bueno, en realidad sí, pero para efectos de este post, es intensa y punto.

Regresé de Guadalajara queriendo descansar, recuperar un poquito de energía... ¡y nada! Porque regresé en domingo y el lunes a la oficina.

Luego el martes también pero además a conseguirle una casa a mi cachorro porque ya empezaron las lluvias y ni modo que se moje.

El miércoles hubo junta con Juan E., Lalo y Alain (3/5 de Alexia) y el jueves fue tarde de Dream Team.

Para cerrar, el viernes fuimos a la tocada de Alexia... y hoy me lancé al Museo de las Intervenciones bajo la esperanza de participar en la visita guiada por una encarnación de Maximiliano de Habsburgo... pero no, por cuestiones complejas durante junio siguió presentándose Don Porfirio Díaz (otro personaje complicado, que me cae mejor de lo que esperarían mis profesoras de Historia de la primaria).

***
El 15 de julio se estrena la octava y última película de Harry Potter. Eso marcará el cierre de un periodo de casi diez años de mi vida siendo fan de la serie (su equivalente de la Tierra Media se cerrará hasta que estrenen las películas de El Hobbit).

En las semanas recientes he conversado un poco vía electrónica con Dany Lupin, amiga y hermana pottérica desde nuestros días en The Magical World of Harry Potter Fan Club México (el original, primero, sincero, club de fans de HP en este país, thank you very much). Recordamos esas épocas y me movió muchas cosas. Escribo este sentada en el escritorio de mi recámara, junto a mi librero fantástico (mi colección de libros y stuff de fantasía está ahí: Potter, LOTR, vampiros, etcétera), y miro hacia mi cama... todavía tengo en las paredes un letrero de la marcha promocional que hicimos para HP and the Prisoner of Azkaban, colgando del techo está el "lazo del diablo" con el que gané mi primer concurso de trivia en el Magical (hace unos nueve años), el poster enmarcado de la venta de HP y la Orden del Fénix en español... mi caldero, mi varita, mi giratiempo... y pienso en el evento promocional que está realizando Warner Brothers en el Auditorio Nacional. No estoy ahí. Pero no necesito estar.

Tal vez sea un signo de madurez... tal vez crean que perdí la magia... tal vez les parezca que no soy "suficientemente fan". Pero, ¿saben qué? No me importa. Porque sé cuánto amo esa saga, sé cuán importante fue para mi adolescencia, sé qué significa para mí cada uno de esos libros y cada película y cada personaje. Sé la combinación de ladrillos para entrar al Callejón Diagon y conozco cualquier cantidad de detalles y particularidades sobre la historia y el mundo mágico. La magia está en todos nosotros, en los adultos o casi adultos que crecimos con Harry, Ron, Hermione, Neville, Ginny, Luna... en los candidatos a graduar que este diciembre terminaremos la carrera apenas unos meses después de ver en una pantallota (más de una vez) el final fílmico de una saga que empezamos a seguir en la secundaria.

La magia está en el recuerdo de esas ventas de medianoche, en los mensajes al celular preguntando quién ya terminó o en dónde vamos. La magia está en esa túnica y en la varita y en la bufanda que voy a ponerme para el estreno. Está en esos textos que fueron mis primeras colaboraciones periodísticas en El Pulso de México, cuando todavía no sabía que el periodismo estaba, efectivamente, en mi futuro. Y está en esos tuits de fan a fan, en el palmoteo y las lágrimas con los primeros veinte segundos del trailer, en los detalles...

El 15 de julio, a eso del mediodía, estaremos atestiguando el final de una era. Ésa es la verdadera magia.

1 comentario:

. . : : Eickos : : . . dijo...

A pesar de que también tenía ganas de estar ahí y de que causas de fuerza mayor me lo impidieron, me siento exactamente igual que tú, no necesitaba estar ahí para tener a Potter en mi corazón, siempre será un fragmento de la historia de mi vida, uno bello, mágico y que dudo mucho que vaya a irse en algún momento.

Veo mi varita, mi figurita de Potter y esa Hedwig que un ex novio se puso a conseguir en franca peregrinación por todos los Palacio de Hierro de la ciudad hasta que pudo encontrarla para dármela de regalo de cumpleaños. Ayer mientras esperábamos en la sala de urgencias del hospital, no pude evitar sentir nostalgia cuando vi a mi hermana con su copia de Deathly Hallows en las manos... fueron tantos los recuerdos que pasaron por mi cabeza.

Quizá, después de todo, crecimos y maduramos; quizá no estuvimos en el evento del Auditorio Nacional o el de Plaza Inbursa, lo que es real, es que Potter, sus aventuras, su magia y todas esas cosas lindas que nos trajo consigo, siempre van a ser parte de nosotros.