lunes, marzo 19, 2012

Yellowcard y sus fans

Yellowcard y sus regalos virtuales para los fans leales.

Ustedes saben –o de menos, han notado– que soy muy fan de varias cosas. Una de ellas es Yellowcard, banda originaria de Jacksonville, Florida, EUA, a quienes escucho desde hace unos nueve años. Su música me habla y conecto muy profundamente con ellos. Pero eso no está a discusión aquí. Lo que me interesa comentar es la relación tan cercana que esta agrupación sostiene con sus seguidores.

En abril de 2008, tras tres álbumes con Capitol Records, Yellowcard anunció un descanso indefinido citando razones personales. Pasaron los meses y la base de fans comenzó a preocuparse, pues Longineu Parsons III (baterista de la banda) anunció proyectos alternos e incluso se presentó en Florida acompañado de algunos miembros de la alineación original de Yellowcard, la de 1997. Cuando Ryan Key (voz y guitarra) anunció a su proyecto The Big If, dio la impresión de que la batalla estaba perdida. Pero no. El 2 de agosto de 2010, estos chicos publicaron la noticia de su regreso. Fuck, was I happy. Lloré de alegría. En serio.

El 22 de marzo de 2011, hace ya casi un año, salió a la venta When You're Through Thinking, Say Yes, séptimo álbum de estudio de Yellowcard y el primero con la disquera independiente Hopeless Records (Silverstein, The Used).

Y entonces, los fans... Esta banda sabe que tiene fanáticos dedicados. Que tiene grupos de apoyo y street soldiers en todo el mundo. Aquí mismo, en México, tenemos al Street Team Oficial YCMexico, del que, adivinaron, formo parte.

Como ocurre con el MCRmy y el Echelon (30 Seconds to Mars), los fans de Yellowcard realizamos proyectos internacionales que van desde scrapbooks que alguien entrega durante algún show hasta videos promocionales de la banda o mensajes para agradecerles la música. Incluso está en construcción un audiovisual llamado "Yellowcard Saves Lives", en el que seguidores de esta banda relatarán historias sobre cómo la música de estos dudes ha cambiado su existencia. También existe un video hecho por fans para la canción "Sing For Me", dedicado a la memoria de la Tía Steph, tía de Ryan Key y una de sus mayores inspiraciones en la vida.

Todo eso, todos esos proyectos, las fotografías, los videos, los accesorios hechos por nosotros mismos, los recortes de revistas, etcétera se ven recompensados cuando esta banda nos regala algo como lo que hacen en estas semanas durante la grabación de su siguiente álbum: transmisiones y chat en vivo desde el estudio. De lunes a sábado, a eso de las 14:00 PST, algún miembro de Yellowcard enciende la webcam y nos muestra el estudio. Se turnan mientras alguien graba y conversan con nosotros. Responden desde preguntas básicas como "¿cuáles son sus influencias?" a cuestiones ultratécnicas que tienen más que ver con el proceso de grabación y con sus instrumentos. (Y soportan a los fans desesperados que a veces pierden la razón y hacen preguntas o comentarios muy muy fastidiosos).

Es increíble esta clase de conexión con una banda que amas. Amo Internet porque permite hacer estas cosas. Porque los miembros de esta banda hayan respondido preguntas mías, ubiquen mi existencia, nos hagan parte de su proceso creativo, etcétera. Es algo que no tiene precio.

Los dejo con una de nuestras ofrendas para esta banda. That's my stuff on 00:38-00:40, then me on 01:58-02:01.

sábado, marzo 03, 2012

Fuck yeah (I'm going to SDCC)

So here it goes... IRÉ A LA COMIC CON DE SAN DIEGO.

Ya.

Bien. Este plan existe desde que en enero un amigo que por ahora sólo será conocido como Luis me propuso la idea de ir juntos a la convención de cómics (y cultura pop) más grande del mundo. Los dos somos unos geeks irredentos, así que llevamos años soñando con este día. Yo todavía no tenía un trabajo seguro (seguía como becaria en la revista donde finalmente sí me quedé), así que le dije "No, gracias". Un par de semanas después me renovaron el contrato ya como reportera y una de mis primeras acciones fue decirle: "We're on".

Henos aquí, en este momento, unas horas después de asegurar las entradas (para los 4 días y la preview night), ya reservado el vuelo... sólo nos falta reservar el alojamiento. Eso se resolverá, espero, pronto.

Mi meta actual, aparte de vivir frugalmente hasta pasado el 16 de julio, es documentar nuestro camino a la San Diego Comic Con. Por supuesto, desde allá bloguearé sobre los eventos, actividades, paneles y demás cosas místicas, mágicas y musicales que ocurran durante la convención (11 al 16 de julio).

Primera imagen documental: yo, con mi power shirt (de My Chemical Romance), celebrando con una lata de cerveza sin alcohol!

PD: Lo no chido de esto es que por cuestión económica tendré que perderme Campus Party este año :(

jueves, marzo 01, 2012

He's alive!! (Tim Burton y Frankenweenie)

El simpático y retorcido Tim ha vuelto. Sí, señoras y señores, tras una década (or so) de películas altamente cuestionables (excepto Corpse Bride y Big Fish), Tim Burton se avista en la lejanía, como la costa después de años inciertos en altamar.

Hoy fue publicado en línea el trailer de uno de los proyectos que tiene preparados para este año: Frankenweenie. And we like it. In fact: we love it.


Frankenweenie es una reinterpretación del Frankenstein de Mary Shelley, obra que inspira a un niño a devolverle la vida a su perro muerto. No es la primera vez que Burton ofrece esta historia: el largometraje que se estrenará en octubre de este año es la versión extendida de uno de sus primeros cortometrajes.

Aquel corto de 1984 era live action y, básicamente, nos presentó a Víctor, un chico - reminiscente del propio Burton - que filmaba películas de horror con su perro Sparky como protagonista. En un descuido, Sparky es atropellado y muere, dejando a Víctor en la absoluta desolación.

En el trailer de dos minutos que salió a la luz el día de hoy, aprendemos esa premisa y escuchamos las palabras clave que desatarán la locura posterior: "If we could bring him back, we would..." dice su madre al triste y desesperanzado Víctor.

A diferencia del Frankenweenie de hace casi treinta años, el actual es una cinta animada en stop motion, técnica que Burton ha utilizado previamente como productor y como director en el corto Víctor (1982) y en las películas The Nightmare Before Christmas (1993), James and the Giant Peach (1996), y Corpse Bride (2005). Además, esta cinta viene en blanco y negro, dándole una sensación de antigüedad y recordando el estilo de esas mismas películas caseras que Tim y Víctor produjeron en sus respectivas infancias.



Los mejores momentos del trailer:
- El vecinito que se parece al clásico Igor (que, dato interesante para quienes no la leyeron: no existe en la novela de Mary Shelley).
- La cara de Sparky sonriendo a Víctor debajo de la manta en el laboratorio (¿quién no se acordó de sus mascotas esperando en casa?).
- Las palabras de consuelo de mamá: "If we could bring him back, we would...".
- La hermosa sensación de recuperar de las tinieblas a uno de los grandes directores de lo retorcido y lo excéntrico, porque creo que estarán de acuerdo cuando vean el trailer con que sí, Tim Burton navega de regreso hacia nosotros. O viceversa. O ambas.

Hasta que octubre nos demuestre lo contrario, podemos proclamar: He is alive!

PD: La música, desde luego, es de Danny Elfman.

Frankenweenie (2012)
Director: Tim Burton
País: EUA
Cast: Winona Ryder, Catherine O'Hara, Martin Short, Martin Landau
Fecha de estreno: 5 de octubre de 2012


viernes, febrero 10, 2012

La insoportable levedad del... Episodio I

Me encanta mi trabajo. Me permite hacer cosas como ir a ver el Episodio I de Star Wars en 3D... antes del estreno. Y ¿saben qué? Fue divertido. Porque sólo una fracción de la sala era gente a la que no le interesa Star Wars = bufidos de odio con la aparición de Jar Jar, uno que otro "oh" y "ah" ante la presencia de Darth Maul y unas ricas carcajadas internas (externadas como rasposos y solitarios "Ja"s) con una línea del canciller Palpatine (que sólo es irónica -y, por lo tanto, divertida- cuando sabes en qué acaba la saga).

Como bien dijera hace unos días mi querido amigo/colega/compañero Alex Rocha (con quien hacía el turno Beatle de los sábados en Concepto Radial): es tan relajante hablar con otro fan de Star Wars... así que el camino de regreso post-EpisodioIen3D me dediqué a eso, discutir elementos clave de la saga y el universo extendido con Rioja, quien me acompañó en esta aventura (y es, en general, quien me acompaña a muchas de las geekoaventuras que nos ocurren ya por la pura naturaleza de nuestras locuras).

Ahora, al punto: ¿vale la pena ver el Episodio I en 3D? (Después de todo, me envían a reseñar películas, no nada más a geekear)

La mera verdad... no. Si vas con otros fans es divertido porque puedes reseñarla de inmediato o sólo lanzarse codazos y miraditas significativas en momentos clave. Si no eres fan... pues a lo mejor te entretiene.

El 3D es absolutamente innecesario. Uno espera grandes cosas cuando imagina un uso de esa tecnología en, digamos, la carrera de pods en Tatooine o los enfrentamientos Jedi vs Sith. Quizá en estos últimos tenga más sentido, pero en realidad no aporta mucho. Sí le da profundidad interesante a las tomas del espacio y ya en serio en serio me gustó leer la introducción (ya saben: letritas amarillas perdiéndose en el Universo) en 3D. Eso y la música (que no viene al caso en este momento) son lo mejor de esta película. Y Qui Gon. Aunque su existencia or lack thereof sea un agujero enorme en la trama de la saga.

Anakin... sucks. No es culpa de la edad, porque hay niños actores maravillosos que le hubieran dado credibilidad al personaje. Más bien se debe a que en general Anakin niño-adolescente-jovenadulto apesta. Eso, señores, es culpa de Lucas.

No hace falta decir mucho sobre lo mal escrita que está la película ni lo problemática que resulta a la hora de sacar cuentas rumbo al Episodio IV. Pero pasa como con las otras dos de esta trilogía, los mejores momentos son retrospectivos, es decir, diálogos como el que nos hizo reír donde un recién electo  canciller Palpatine dice al diminuto Anakin "And you, young Skywalker, we shall watch your career with great interest". Es graciosa e irónica porque tenemos el antecedente de la trilogía original. Pero nada más. Si nunca las viste y empiezas por la I es una manera terrible de arruinarte las siguientes 5. Do not.

Algo que sí está pro son los enfrentamientos (excepto la muy fea muerte de Darth Maul), coreografiados por Nick Gilliard, coordinador de stunts en la trilogía de precuelas.

Episodio I: La Amenaza Fantasma en 3D no me decepcionó porque yo sabía a lo que iba. Sé que es una película malita con buenos efectos visuales, sé que es Star Wars y sé que ninguna cantidad de trucos Jedi lograrán transformarla en algo mejor.

El asunto es que esta situación de amor-odio hacia George Lucas tiene que cambiar. Podríamos proponerle una tregua. Usted deja de arruinar nuestras películas (porque enfréntelo, cuando las puso en la pantallota se convirtieron en nuestra propiedad) y nosotros lo dejamos que siga vendiéndonos parafernalia. Porque además seamos sinceros... ¿quién fue a comprar cajas de cereal innecesario sólo para tener una 'cuchara láser' promocional? Sé que yo lo hice. Tengo la de Yoda. Y quiero la de R2.



Ya sé, me doy asco.

PD: Es terrible, me enojo con Lucas pero sigo alimentándolo. But aren't we all?

lunes, enero 23, 2012

Reloading...

Cinco meses de silencio. No tengo perdón de Dios. Y, ¿por qué? ¿es acaso el miedo a la pantalla? ¿a que me falten las palabras? ¿a que me sobren? No es que no se me ocurran temas, es quizá el eterno temorcillo a ... ¿a qué? No lo sé, francamente. Pero hoy escribo estas palabras porque me disculpo (más con el propio espacio que conmigo).

No es, puedo asegurar (creo), el miedo a que nadie me lea, pues aunque agradezco todo par de ojos que pase por estos rumbos, el deber del escritor es, ante todo, consigo mismo. Y mi deber como escritora (tejedora de palabras, como un amigo me dijera hace algunos años) es, primero que otra cosa, conmigo misma. Porque todos los días escribo (o redacto, que no es igual) en mi cabeza, al menos unas cuantas cuartillas, pero de eso a que sobrevivan el trayecto del metro o el microbús, ya es otro asunto.

Por eso hoy, antes de empezar mis menesteres laborales, me tomo un ratito para medio poner en el editor de texto una entrada que desarrollé en mis quince minutos que van de metro Patriotismo a la oficina de la editorial donde trabajo.

Debo recuentos sobre lo sucedido entre el 20 de agosto y los mediados de diciembre del año pasado, que marcan los límites aproximados de ese último semestre universitario. Debo agradecimientos y recordatorios que no he escrito, quizá, porque me da miedito esto de la remembranza cursilona (porque, después de todo, soy, efectivamente, una nena). Y sin embargo (tiene razón Arturo, es bonito decir "y sin embargo") estoy consciente de que son necesarios. Los escribiré, seguramente más tarde que temprano, dentro de, tal vez, algunos años. Cuando me entre la nostalgia por los cafés, charlas, regresos en autobús, salidas épicas, exámenes, peleas y demás intercambios mágicos que componen la estructura ósea de mi vida académica y social de aquellos meses.

Hoy, no obstante, recuerdo que también debería serme útil y escribir un poco sobre cada libro que leo. Porque aunque no tanto como cuando era más chica, sigo devorando un poco de novela, otro de ensayo histórico, otro montoncillo de cuento, etcétera. Y películas, también, porque tras mis sequías cinematográficas, últimamente he regresado a los complejos y las butacas, aunque nunca abandoné en realidad eso de ver películas, que es una actividad muy engranada en mi familia.

Y música, por supuesto. Considerando que es una de mis carreteras para la vida, sería interesante darle una repasadita a mi música. Y buscar también algo nuevo, porque sigo muy metida en mis clásicos.

En fin, que quizá incluso me ponga a hacer bitácoras laborales, porque con esto del reporteo en los temas que me llenan voy encontrándome con algunas experiencias molto interesantes. Quién sabe, a lo mejor en unos meses les blogueo desde, no sé, alguna de esas cosas geeks que tanto me gustan.

Por cierto, disculpen si de repente el blog pasa del español al inglés, pero sin afán de sonar pretenciosa, a veces no puedo evitar que ciertos temas se me construyan mejor en modo anglosajón. Es inevitable. Vaya, pero si quienes hablan más conmigo lo viven día tras día.

Habiendo establecido estas condiciones, me despido por hoy, pero no por mucho tiempo más. Feliz año pseudo apocalíptico :)