miércoles, julio 31, 2013

GIFF parte II: la estrategia y el after

A continuación, una serie de consejos para la estrategia de cobertura de un festival de cine* (de acuerdo con mi experiencia personal). Y cómo sobrevivir al cierre**.

Cuando vas a un festival de cine, no siempre puedes dedicarte a ver películas. No cuando vas a cubrir. En el mejor de los casos verás tres películas al día y estarán aderezadas por la charla con el director o actor designado, la conferencia de prensa, la alfombra roja (si te toca estar al pendiente), etcétera. En estos festivales siempre está sucediendo algo, así que debes estar preparado.

  • Un equipo. Si te enviaron con acompañante (reportero/fotógrafo/editor), ya tienes medio camino andado. En caso de que vayas solo (como suele ser mi caso), necesitas un grupo. Algunos reporteros trabajamos mejor en manada y con gente a la que ya conocemos. Yo tuve la suerte de encontrarme este año con una amiga a quien quiero mucho y que me presentó a sus amigos, a quienes ahora les he agarrado afecto. Se armó una bandita fabulosa y nos adaptamos unos a otros. Entre varios es más fácil ubicar eventos, cubrir terreno, prestarse cargadores, estructurar la orden del día, aconsejarse en cuestiones de redacción y hasta que te tomen una foto entrevistando al señor director galardonado en Cannes, "para el recuerdo".
  • El programa y el mapa. Básicos. ¿Cómo vas a saber a dónde ir y a qué hora si no tienes el programa del evento? No confíes en Google Maps o Navigation, con la red de tu compañía telefónica todo puede suceder. No salgas de tu habitación sin haber marcado (y estudiado) tus opciones del día: plan A, plan B y hasta plan C.
  • Libreta y pluma. Porque las grabadoras no siempre tienen la mejor calidad y a veces es imposible encontrar una buena fuente de audio. Y yo que grabo con el celular prefiero no dejarlo lejos de mí durante la conferencia, no se me vaya a olvidar.
  • Mochila resistente. Terminarás cargando tus cosas y las de alguien más (una cámara, una bolsa con ropa, unos zapatos ajenos), de modo que necesitas una mochila o bolsa espaciosa.
  • Conoce la sede. Date tiempo para respirar y siempre que puedas come en un lugar diferente (pero que tenga notas de consumo o facturas). Eso ayuda si tienes que escribir una nota de color y, bueno, alejarte tantito del ambiente de trabajo también se agradece. Importante: nada de cerveza en horas laborales, te alenta y para eso está la noche.
  • Aprovecha el hospitality. Está ahí por una razón. Tiene comida y bebida gratis (suficiente para que aguantes el día, pero si quieres comer-comer revisa el punto anterior), enchufes suficientes (o gerentes de restaurante buena onda que dejan que tus amigos y tú roten el mismo cargador detrás de la barra durante horas) y algo muy importante: sillas frente a superficies para redactar.
  • Ubica los baños, claves de red y enchufes. Cuando llegues a la sede, auditorio, hotel, restaurante, etcétera, localiza esos tres importantes artículos de emergencia. Son fundamentales para tu supervivencia.
  • Ubica los OXXO y demás tiendas de conveniencia. Ya sea que tus amigos necesiten un cigarro o una botella de agua (las prioridades del periodista se ponen a prueba en una cobertura), saber dónde están y a qué hora cierran estas tiendas es información valiosa.
  • Radiotaxi. Todos los hoteles tienen en recepción al menos un número telefónico para solicitar servicio de taxi en la ciudad o pueblo donde suceda la magia. Además, estos servicios generalmente ofrecen comprobante, a diferencia de los taxis callejeros. 
  • Factura todo lo que puedas. Si, en el mejor de los casos, te dieron viáticos en la oficina, necesitarás comprobarlos. Factura todo lo que puedas o al menos consigue comprobantes de consumo en los sitios a los que vayas. Si compraste comida en el súper porque el hospedaje no incluye comidas, factura esos tickets.
  • Ejercítate. Si pasaste mucho tiempo sentado durante el día de cobertura, intenta caminar al menos un tramo del camino de regreso. O sal a bailar. Mantente saludable. Tu cuerpo lo agradecerá al final de la semana.
  • Discrimina contenido. No todo sirve para el medio en el que trabajas ni para todas las plataformas del mismo, pero algunas cosas pueden servir para tu blog personal o para otro tipo de lectores. Todo es información, aprovecha que tienes ese acceso directo.
  • Las fiestas. No sirve de nada negarlo, las fiestas son fundamentales para hacer contactos y quizá sacar ese dato que va a servirte después para... lo que sea. Búscalas. Busca los afters. Y si no consigues pulsera, siempre puedes conseguirte un plan B (personalmente, recomiendo los karaokes).


El after
La meta no es cumplir con tus responsabilidades periodísticas –eso el trabajo, la misión general. Tu meta debe ser sobrevivir al festival. No podrás evitar el alcohol ni las desveladas, pero sí puedes prepararte para ello (pero eso será otro post, otro día). Consejos básicos:
  • Sé una persona organizada. Desarrolla una rutina, deja tus cosas siempre en el mismo lugar, para no perderlas y para notar de inmediato si te falta algo.
  • Los teléfonos de todos con su número de habitación. Por si alguien se queda dormido, puedes evitarle la pena de perder el autobús.
  • Mucha agua y comida saludable. La alimentación es impredecible durante el festival. A veces sustituyes la cena por cerveza, otras sólo consigues hamburguesas, otro día tal vez sólo encontraste ensaladas. Tu cuerpo necesita regresar a su rutina. Cuando estés de vuelta en casa bebe mucha agua y come lo más sano que puedas.
  • Ejercicio. Lo mismo. Necesitas recuperar la figura.
  • Duerme. Descansa mucho. Aunque no quieras, tu cuerpo empezará a apagarse desde que te subas al autobús de regreso. Ojalá puedas trabajar desde casa al día siguiente.

Por ahora, creo que es todo. No cumplí mi meta de escribir sobre la experiencia general del festival en este espacio, pero creo que dos escritos para un sólo evento es romper una marca personal.
Espero los hayan disfrutado y les sean útiles en la vida.

¿Ustedes tienen alguna estrategia personal que gusten compartir?

*Gracias a las aportaciones de Karina Cabrera en este tema.
**Gracias al Matriarcado, sin quienes nunca hubiera sobrevivido al GIFF. ¡Los extraño!

miércoles, julio 17, 2013

GIFF parte I: El pre.

Siempre intento bloguear sobre los festivales a los que voy en este espacio personal... y rara vez consigo postear más de un texto. Esta vez lo intentaré de nuevo... camino al Guanajuato International Film Festival.


En esta primera parte abordaré los preparativos. ¿Qué lleva una reportera a un festival de cine? Años de experiencia (bueno... dos años... más la experiencia combinada de convenciones diversas) me han llevado a desarrollar algunas estrategias para ir lo mejor preparada posible.

Cobertura:
Vas a trabajar, así que necesitas tus básicos para cubrir el festival.

  • Computadora. Generalmente la sala de prensa ofrece computadoras de acceso gratuito para que escribas tus notas entre conferencias o funciones, pero si lo tuyo es más del tipo cobertura pesada y llegas en la noche a transcribir, redactar y enviar, te es muy necesaria una laptop. 
  • Celular con plan de datos. No confíes en que las sedes y el hotel tendrán internet inalámbrico, es mejor pagar un extra en tu plan que quedarte en el pánico de "no pude enviar algo a tiempo porque no pude conectarme a la red".
  • Internet en el hotel. Hablando de pagar extra... no siempre es gratuito el acceso a Internet en el hotel, así que asegúrate de que tienes posibilidad de red y si tienes que pagar por ella, recuerda que tienes el RFC de tu medio o inclúyelo en tus viáticos.
  • Cámara de video y fotográfica tan portátil como se pueda. Si tu celular tiene una buena cámara, es suficiente. El punto es que no pierdas material porque tu cámara está fallando o porque no te mandaron fotógrafo (eso pasa, mucho).
  • Suficiente memoria en todos tus artilugios tecnológicos. Se explica solo.
  • Libreta y pluma. Son más confiables que la batería de tu iPod, aunque no necesariamente tan portátiles. Lleva los propios, aunque seguramente en el kit de prensa te proporcionen ambas cosas en medidas estándar.
  • Mochila. O una bolsa grande. Es muy probable que te den una con el material de prensa, pero no sabes de qué tamaño será, qué tan cómoda, si cabe tu equipo, qué tan protegidos van tus gadgets... mejor lleva una a la que estés acostumbrada, donde además de tu equipo quepan todas las cosas que cargamos en las bolsas generalmente. 
  • Cables. Todo necesita batería y todo necesita cables. Asegúrate de llevar los cargadores correctos para celular, cámara, tablet, iPod y laptop. Si puedes llevar dobles, mejor. Tip: no dobles los cables, se lastiman, mejor enróllalos sin apretarlos demasiado y átalos con un listón o cuerda suave.

Ropa:
Funciones de gala, fiestas y funciones normales. El mundo no se acaba si vas a la función inaugural en la misma ropa con la que pasaste 6 horas en el autobús que te llevó al Festival (en serio, eso nos pasó hace un año) y de ahí llegas en las mismas fachas a la fiesta subsecuente, pero por si acaso, prepárate. Otra nota importante aquí es que está padre mejorar la imagen de la prensa. No siempre se nos ve con buenos ojos porque no siempre tenemos la decencia de llegar a un evento vestidos ni remotamente cercanos al dress code. Esto se entiende cuando cubres varias conferencias y asuntos en el mismo día, ni modo que a todo vayas de traje / vestido... pero acá te están dando la pista. Aprovéchala y empaca:

  • Vestido de coctel / traje sastre. Suficientemente cómodo y formal, para funciones de gala y algún otro evento 'elegante'. Combina blusas, sacos, chales y accesorios (yo, dando consejos de ropa, ternura) por si no llevas un outfit para cada cosa (lo cual sería imposible a menos que seas un as de la moda).
  • Zapatos versátiles y cómodos. Para esos trajes recién mencionados.
  • Tenis o botas. Para las fabulosas y empedradas calles de la ciudad en cuestión. El tiempo que pases caminando o sentada tendrá consecuencias en tus pies, lleva zapatos que sirvan para ambas cosas y considera la posibilidad de no volver a tu hotel para cambiarte.
  • Ropa cómoda... que no sean pants y pijama. Yo soy la primera en ponerse playeras de bandas y mezclillas cómodos para ir a una convención, pero al final del día es trabajo. Si vas a ponerte mezclillas, que estén limpios (o sean de color oscuro y no necesites lavarlos más de una vez cada 5 puestas). Si vas a ponerte playeras, que sean de tu talla y que sean cómodas. No olvides al menos un par de blusas intermedias por si acaso.
  • Pijama. Averigua el clima de la región. No quieres enfermarte a medio festival porque hace mucho frío y te llevaste un camisón ligero (o porque hace demasiado calor y llevaste pijama de lana). Y pantuflas, porque no quieres pisar el piso del hotel, nunca.
  • Chanclas para el baño. Te estás haciendo un favor, en serio.

Higiene:
Algunos tips que nunca están de más.

  • Lo de las chanclas es real. Cuida tus pies.
  • Lleva lo básico de tus implementos para el cabello, porque no quieres arriesgarte a que el cabello rizado te traicione: mousse, ligas, pasadores, diademas, etcétera.
  • Hay toallas en el baño y seguramente no tienes mucho espacio en la maleta. No lo desperdicies en tal paranoia, los bichos tampoco están para tanto.
  • Desodorante. Recuerda que no sabes si podrás volver a tu hotel en todo el día. TODO. EL. DÍA.
  • Perfume. La misma idea. LA. MISMA. IDEA.
  • Maquillaje. Keep it simple para poder elevarlo si es necesario pero que si la película te hace llorar no te irrites los ojos con el rímel corrido.

Y muy importante.
Dormirás en un hotel y probablemente compartirás habitación con algún colega. Si se conocen y se llevan bien, genial (yo tendré esa suerte durante al menos la primera mitad del festival). Si no se conocen: ¡yei! oportunidad para ejercitar tus habilidades sociales. Si se conocen y no se llevan bien: deal with it y no provoques, pero tampoco te tragues todo lo que te avienten.

Por ahora, eso es todo. Si se les ocurren más tips, siéntanse libres de agregarlos... ahora me voy a empacar. Con una lista donde marcaré lo que me llevo y utilizaré para registrar mis pertenencias cuando venga de regreso. Y así corro menor riesgo de perder algo.

jueves, julio 04, 2013

Música naïve

De listas de reproducción que nos llevan de regreso a los ingenuos años de la secundaria...

Esta semana, Regina y yo hemos atravesado una especie de regresión a la adolescencia, con playlists que incluyen a Hilary Duff, Avril Lavigne, Simple Plan, Blink 182 y Good Charlotte. No nos pregunten por qué pues no tenemos idea... pero qué música tan divertida solíamos escuchar en esas épocas de "todavía uso uniforme en la escuela y muero por entrar a la prepa para vestir ropa de calle".

Les dejo dos de esas listas de reproducción, porque pues es divertido y a uno le traen muy buenos recuerdos. Otros no tanto... pero buenos en su mayoría.

Hilary Duff 
Para ir a la playlist da clic aquí.

Desde Lizzie McGuire hasta Cinderella Story, Hilary tuvo grandes momentos de motivación para las adolescentes que no teníamos idea de qué nos esperaba en el mundo real.

Destacadas:
  • "This is what dreams are made of" es una gran canción pop dentro de su nicho (Disney) y tiene más corazón que el 90% de la música creada por y para niños Disney. 
  • "So Yesterday" fue EL himno para los corazones rotos de las chicas de secundaria e inicios de la prepa... porque come on, girl power at its best (si tienes 14 años y eres una chica de clase media, esto es tu "I Will Survive").


Avril Lavigne

Su primer disco, Let Go, fue lo más cercano que tuvo mi generación a unas Runaways. Era una chica de 17 años (¡apenas 4 años mayor que yo!), que patinaba, se vestía muy cool, tenía un contrato discográfico y además se daba el lujo de guiñarle un ojo al punk. Y era canadiense. Y componía sus propias canciones. How awesome can you get for a teenager? Si Cherri Bomb hubiera existido en ese entonces, otra cosa sería... pero si me vieron a los 13-14 años andar por la vida con una corbata encima de la blusa... bueno, ya saben a quién culpar. (Si me vieron con corbatas entre los 16-18, es culpa de My Chem).

Destacadas:
  • "Sk8er Boy" – me salto la obvia "Complicated" – esta rola es un "in your face, bitch!". Y habla de este romance divertido en el que ella fue la princesa que rescató al chico alternativo al que la fresa tarada despreció por "ser diferente". Es una canción muy divertida, incluso diez años después.
  • "Anything but Ordinary" era una oda a la chica rara que no va a conformarse con la sociedad. Que prefiere ser lo que sea menos ordinaria, porque simplemente no le va. Si algún día tengo hijas, esto va en su música, en lugar de, digamos Carly Rae Jepsen.


Punk feliz
Para ir a la playlist da clic aquí.

Ay, el dulce recuerdo de ese primer concierto de Simple Plan... al que no fui. Traumas, traumas everywhere. Pero ningún trauma como los daddy issues de Good Charlotte; esos tipos neta la sufrieron y lo reflejaron en *cada* canción de sus primeros dos discos. Y ¿cómo olvidarnos de Blink 182? Tan 90s y al mismo tiempo tan de mi adolescencia...

Destacadas:
  • "Promise" - Simple Plan. Esta canción significaba mucho para un amigo y para mí en la segunda mitad de la prepa. La cantábamos juntos cada vez que todo parecía irse al demonio y nos prometíamos mutuamente que todo estaría bien, siempre que nos tuviéramos uno al otro. Hace años que no la escuchaba y wow... ya no me recuerda lo malo, solamente lo bueno.
  • "Hold On" - Good Charlotte. Una de mis amigas más antiguas (básicamente la conocí en el kinder y luego entramos juntas a la prepa) era muy fan de Good Charlotte. Y esta canción por muchos momentos fue uno de esos himnos de salvación que las bandas le cantaban a sus fans, porque cuando eres adolescente, muchas cosas normales parecen ser el fin del mundo. En retrospectiva, todo cambia. Pero entonces... lo único que quedaba era sostenerse de algo.
  • "The Rock Show" - Blink 182. Siempre he querido enamorarme en un concierto. No es culpa de Blink, pero contribuyen a esa fantasía juvenil. Quiero conocer a alguien en un concierto y quiero ese momento mágico cuando descubres a ese otro gritando las mismas palabras que tú... :)


En fin, ojalá disfruten un poco de este blast from the past. Yo ciertamente me he divertido mucho escuchando, seleccionando y escribiendo.

miércoles, mayo 22, 2013

Thank you for the venom

Me tomó dos meses escribir este texto. No por su complejidad narrativa ni estructural, en cierta forma ni siquiera por lo que representa en mi vida... sino porque eso que se me atraviesa todos los días (trabajo, responsabilidades, personas) no me había dado un respiro real. Y bueno, también lo evadí un poco.

El 22 de marzo de 2013, después de 12 años de existencia, My Chemical Romance se despidió de sus fans con un párrafo. Un párrafo. Cada vez que lo leo se me va un poquito el aire y me quedo sin palabras. No sé explicar cabalmente qué siento en la boca del estómago cuando voy en el metro, escuchando mi iPod, y a media canción llega esa claridad a mi mente: ya no hay My Chemical Romance. Esa banda que me significa tanto ya no hará música. Hay muchas formas de romper un corazón, pero cuando tu banda favorita se separa... ouch.

El fin de semana del 22 de marzo fue un asunto complicado, agridulce. Por un lado, el sábado conocería a la otra banda que me configura el mundo y por el otro unas horas antes del suceso: ¡PLAF! Me apachurraron el corazón con la misma rapidez con la que uno le pega a una mosca para deshacerse de ella.

Hacía semanas que no sabíamos más de los muchachos, que las fotos crípticas y las noticias de un nuevo estudio habían dejado de correr por Twitter. Se había apagado la chispa de Conventional Weapons y estábamos nerviosos, tensos, sabíamos que algo iba a ocurrir pronto y que no necesariamente sería bueno. Esa noche, la del viernes 22 de marzo, yo caminaba con mi madre hacia un puesto de tacos a la vuelta de mi casa cuando me llegó un mensaje de Alex: "Cómo está eso de que My Chemical se separa?". Nadie está listo para recibir algo así. "Seguro es rumor, quién dijo? Dame una fuente". A continuación me envió el vínculo a la página oficial de My Chem. Tuve que esperar hasta volver a casa, no podía leer eso en la calle. Regresé con mi madre, llegamos a casa, abrí la página en el celular y me sostuve de una silla. Era verdad.

Un párrafo. Sentí el nudo en la garganta, la falta de aire, las manos frías sujetándome por los hombros. Le dije a mis padres y subí a mi cuarto a calmarme: en menos de 24 horas estaría frente a Yellowcard y debía concentrarme en ello. Nadie puede decir que como administradora de street teams no soy una profesional (el sábado rockeó y las administradoras de Yellowcard México somos lo máximo, pero es otra historia). Intenté no pensar en todo lo que sentía. Avisé por mensajes a mis amigos que también son fans y que probablemente no se habían enterado todavía. Evité Twitter un rato pero sucumbí y en lugar de tuitear mi miseria me dediqué a escribirle mensajes de "estoy contigo" y "todo estará bien" a mis compañeros fans de My Chem que aparecían llorando en mi timeline. Somos una familia y sabremos sobrellevarlo. No pensé más. No profundicé. Esa noche vi una película con mis padres y me fui a dormir escuchando a Yellowcard, preparándome para el sábado. Lloré un poquito.

Unos días más tarde, Gerard Way (uno de mis amores platónicos intelectuales y artísticos) publicó una especie de ensayo acerca del final de la banda. Lo leí en mi oficina y tuve que obligarme a no llorar. No en público, al menos...

Quien me conoce sabe que he sido fan de My Chemical Romance durante años (desde el verano de 2005). Que he cronicado esa relación en este blog (na' más píquenle al buscador) y en Twitter y en cuanta red social ha pasado por mis manos. Saben que tengo una caja bajo mi cama donde guardo las revistas donde aparece My Chem, mis boletos de sus conciertos, las cajas de sus discos, las ediciones especiales... Saben que me he hecho ropa inspirada en ellos. Saben que poseo multitud de playeras, chamarras, accesorios. Saben que al menos dos de mis futuros tatuajes son por y para ellos. Saben que cuando me siento triste o cansada o inicia un periodo vacacional veo Life on the Murder Scene y todo mejora. Saben que esa banda llegó a mi vida en el momento preciso y la cambió para bien. Saben que entre las razones por las que me decidí a estudiar periodismo estaban la esperanza de entrevistarlos y decirles "Gracias", y la posibilidad de ser el puente entre una persona y la banda que le cambiaría la vida.

My Chemical Romance me enseñó a no tener miedo. Me enseñaron que está bien estar dañado, porque nadie es perfecto. Me enseñaron a no aceptar la basura de otras personas. Me enseñaron que somos hermosos sin importar lo que otros juzguen. Y que el futuro es a prueba de balas. Y a vivir cada aventura como si fuera la última. Y a nunca dejar de creer. Y a no avergonzarme de quien soy. Me enseñaron a no rendirme y a seguir viviendo.

Lo más cerca que estaré de publicar algo profesionalmente acerca de ellos (por ahora) fue una nota de despedida que salió en la página 42 del número 327 de la revista POR TI, donde escribe una de mis mejores amigas. Fue catártico e irónico. Y respetaron mi elección de fotos y demás detalles. Ésta es la versión completa:


El 22 de marzo, tras 12 años de carrera, casi 5 discos de estudio, 2 DVD, 4 bateristas, 2 canciones navideñas, 4 bebés, 16 videos musicales, 2 alter egos y una batalla constante contra todo tipo de etiquetas, My Chemical Romance se separó. La banda de rock más desafiante desde el 2000 se despidió con un “gracias por ser parte de la aventura”.

El luto lo comparten decenas de miles de personas de diversas edades, géneros y nacionalidades. Gente que amó su música y emuló su estilo; que donó a “Sing it for Japan” y a Shirts for a cure; que aprendió que nadie puede destruirla y ya no tiene miedo de caminar el mundo sola. 

En México los conocimos como esa banda ‘rarita’ del concierto privado en octubre del 2005, como los amos de un Palacio de los  Deportes repleto en el 2007 y como los activistas anti-bullying de un festival masivo en 2008. Cada recuerdo es oro: las canciones, el cabello teñido, los tatuajes en nombre de un grupo de músicos que ayudó a salvar y cambiar vidas. No volverán a componer juntos, pero su trabajo se injertó en cada fan con la promesa de nunca rendirse. 

El 24 de marzo, Gerard Way se despidió con una carta más elocuente: “My Chemical Romance se acabó. Pero no puede morir. Vive en mí, en los chicos y está vivo dentro de todos ustedes. Siempre lo supe y creo que ustedes también. Porque no es una banda – es una idea”. Y recuerden, las ideas son a prueba de balas.

Gerard, Frank, Mikey, Ray. My Chemical Romance, hasta luego y buenas noches. 
Gracias por el veneno.



sábado, marzo 02, 2013

Giramos alrededor...

Hace una semana fui al primer concierto de La Gusana Ciega en el Auditorio Nacional. Primero y ojalá no último, porque a pesar de llenar el lugar, no son del tipo de banda que pueda abarrotar foros grandes constantemente. No lo digo porque no les tenga fe, al contrario, voy a creer en ellos hasta el último día de mi vida. Pero es que son muy locales. Son una de esas bandas que escuchas en casa con tu familia o en un bar con tus amigos o en tus audífonos sentado en el pasto de un parquecito. Son encantadores y se sienten como parte de la familia, como esos compañeros de primaria que dejas de ver por décadas y un día te los encuentras por casualidad en el súper y se quieren como si no hubiera pasado un día. Vaya, les tomó casi veinte años llegar al Auditorio Nacional y con todo y los meses de intensa promoción no lograron vender "hasta el último boleto". Cosa que al final no importa, porque quienes estuvimos ahí sabemos que la intensidad con que este cuarteto se entrega al público sólo tiene rival con la intensidad que nosotros les devolvemos.

Pero empecemos desde el principio. No sé por qué no he escrito más sobre La Gusana Ciega en este blog. Son una de mis bandas favoritas, los amo desde que era una niña, por todos los dioses, el url de este blog debería darles a todos una pista. Y con todo, nunca he escrito tanto sobre ellos en este espacio. Eso se resuelve ahora mismo.

Mi historia con LGC es curiosa. Los conocí, como muchas cosas en la infancia, por medio de mi hermano. Los escuchábamos en casa y me divertían mucho sus letras. Eran de esas canciones que conforme crecía entendía mejor. Un día, cuando mi hermano ya era periodista de rock, me llevó a un festival organizado por la ya extinta estación de radio Órbita FM. Se llamaba Rock Chavitos y era un festival de rock muy familiar y ameno. Recuerdo que entre la multitud nos encontramos a alguien de Guillotina y nos saludó porque mi hermano era fan y luego reportero y se llevaba bien con toda esa gente (se le da eso de amiguear con los rockeros mexicanos). Fue la primera vez que entré a un catering para prensa. Una señorita edecán me ofreció un refresco de manzana y me emocioné mucho. De esos momentos que podrían señalar a mis intenciones posteriores de dedicarme a esto de a) el periodismo y b) el periodismo de música.

Total que yo siempre le decía a mi hermano "Preséntame a Daniel" (Gutiérrez, el vocalista de LGC). "Ándale, qué te cuesta". Yo toda fangirl. Pero pues era una pre adolescente obsesionada con el rock pop de los 60 y enamorada de una banda de rock mexicana. En ese Rock Chavitos... tocó La Gusana Ciega. Y fui feliz. Y segundos después todo se vino abajo porque salieron con su chistecito: ¿qué creen? Éste fue nuestro último concierto, nos vamos a separar. Oh oh.

Corte a: algún Vive Latino o festival de algo. No sé cuál. Pero ya estaban de vuelta y los escuché de nuevo en vivo. Y volví a ser feliz. Muy. Porque me fascinan.

Corte a: Feria Internacional de la Música en Guadalajara, el año era 2011 y yo apenas becariaba para Gatopardo. Tuvieron la confianza de enviar a la becaria a una feria de algo a reportear. Me subí al avión y oh por todos los dioses Daniel Gutiérrez estaba en el mismo vuelo. Llegando allá descubrí que estarían en promoción con Volaris y además iban a tocar en un bar. Me di un descanso del trabajo y fui a que me firmaran una postal para mi gemela Zyanya. Luego me gané una playera negra que transformé en una blusa con galaxy print (y usé para el concierto del 23 de febrero) y me tomé un par de fotos con ellos. Fue un tanto surreal. Tuve una idea brillante.

Corte a: de regreso en el DF y en la oficina, le propuse a mi jefe "La Gusana Ciega va a sacar disco, ¿puedo entrevistarlos?". Sí, puedes. Hice todo lo que tenía que hacer... y finalmente conseguí entrevistar a La Gusana Ciega. Una de mis bandas favoritas y yo me moría de los nervios. He podido conocer a más gente interesante e importante desde entonces, pero esta banda será siempre mi entrevista favorita. Me di el lujo de fangirlear un poco al final y confesarles que los escuchaba desde chiquita. Me firmaron el disco de Conejo en el sombrero, que atesoro con mucho cariño. Esa entrevista pueden leerla en el sitio web de Gatopardo.

Corte a: Zyanya Zavaleta es una de mis amigas más queridas. Es una hobbit y es mi gemela cósmica. Uno de nuestros amores en común es hacia LGC. La primera vez que tuve acceso a autógrafos de ellos los usé en una postal que les pedí para ella. Fuimos juntas al concierto del 8 de octubre de 2011 en el Metropólitan y fuimos juntas al del sábado 23 de febrero de 2013 en el Auditorio Nacional.

Corte a: mi pequeña Nelly Marina es la tercera hobbit y mi muy adorada enanita periodista que será la Paty Chapoy de nuestra generación, pero mejor. Una noche nos acompañamos a la presentación de un servicio de compra de música en línea, llamado IdeasMusik. Ahí, ella buscaba celebridades para entrevistar y llevar nota a su revista (escribe en POR TI). Justo entraba Daniel Gutiérrez a la sala y se lo señalé "Mira, él canta en La Gusana Ciega". Para entonces ya había entrevistado a la banda y según yo medio me ubicaban. Y nada, que Daniel me ve, se acerca y me saluda. Casual. Se quedó platicando con nosotras unos 10 minutos y después cada quien se fue a lo suyo. Al final pasamos a despedirnos de él y nos dio un abrazo a cada una con su respectivo "Cuídate mucho, que te vaya bien". Mi niña interna se moría de la emoción.

Corte a: este año me han pasado cosas muy interesantes e inesperadas, y eso que apenas empieza marzo. Una de las cosas divertidas fue una acreditación sorpresiva a un showcase acústico de LGC en el MUJAM, organizado por algo llamado ConciertoCable justo un mes antes de su concierto en el Auditorio. Debí escribirle su propio post, pero les comparto algunas de las fotografías de esa noche.



Corte a: como parte de la promoción de su concierto del 23 de febrero, LGC estuvo una semana en cabina con Grita Radio. Me hubiera encantado entrevistarlos, pero no fue posible. En cambio, Karina Cabrera, amiga de hace muchos años y periodista de rock a quien respeto y admiro, me encargó uno de esos trabajos freelance que me hacen muy feliz porque es casi como ponerme a jugar: un mixtape que reflejara la evolución de La Gusana Ciega. Le dediqué todas las noches de una semana a escuchar de nuevo la discografía completa de la banda y a elegir cada canción con cuidado quirúrgico. Pueden escucharlo aquí, ojalá les guste.

Me hizo muy feliz que se presentaran en el Auditorio Nacional. Se lo han ganado y se merecen todo lo bueno que les pase.

Gracias Gusana Ciega por ser banda sonora de mi crecimiento. Gracias por la música, por inspirarme, por motivarme y por nunca decepcionarme. Gracias gracias gracias por hacerme girar y acercarme a las estrellas.

Vuelvan a ser mis sueños. Para toda la vida.