Hay mucho dolor en el aire. Mucho dolor creciendo a mi alrededor. Sólo puedo seguir rezándole a esa sombra en la luna que la próxima marea no arrastre mi corazón.
Hace un par de días me informaron el fallecimiento de una mujer muy dulce, muy trabajadora, muy simpática, que amaba a sus hijos y siempre la vi darlo todo por ellos. Fue mi maestra y la madre de una de mis amigas más viejas.
Anoche acompañé en un hospital a mi hermana y a mi cuñado, con esta segunda familia que me ha querido tanto y a quienes adoro desde que conocí a esa niña pálida de cabello lacio un poquito antes de entrar a Pre-Grade... y los vi cansados, tristes, recibiendo en sus brazos a una abuela amorosa que tuvo que dejarlos.
En estos días y especialmente esta noche he sido testigo virtual del dolor que abruma a una compañera y amiga ante la pérdida de uno de sus mejores amigos.
¿Por qué muere la gente buena? Hay mucho del manejo y funcionamiento del cosmos que no entiendo ni pretendo entender. No porque no me interese, simplemente porque eso es para las mentes colosales, y la mía es apenas un granito de arena.
Quisiera hacer algo pero no hay algo por hacer. Quisiera tener palabras para confortar... pero no sé qué decir.
Sólo me quedo aquí, en un rincón sin comprender, como una niña que mira un eclipse sin saber qué ocurre. Hay tanto dolor... y no sé para dónde mirar.
Cierro con esta canción, que un amigo muy querido encontró en YouTube y le parece (a mí también) que es una buena elegía para quien ya no esté.
"Y serás canción"
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