domingo, marzo 29, 2009

"eres sangre tibia y yo me siento vivo..."

Leo palabras ajenas. Pensamientos bordados sobre la piel tierna de un amor por las manos desveladas de un amante. Participo de esta cópula entre letra y viento, entre suspiros, caricias y tiempo, pero no soy parte de ella. Observo a distancia, un poco clandestina, un poco temerosa de ser descubierta. Tornaluna me llama y no quiero regresar. Tornaluna, me enamora. Tornaluna ríe y Tornaluna llora. Acerco una mano a la puerta, la madera late y respira. El mundo no se calla nunca, no se detiene ante encuentros ni desazones ni correo aéreo ni batería agotada en un satélite sin canciones. Música de fondo, sonrisas, Nietzsche cierra el desfile. El arquitecto de esta licencia poética dispara, los postes se desvanecen, el blanco se ensancha, no hay portero, no hay escudo, se acerca la bala, la saeta delirante, la flecha, el balón. Gol. Los vitrales se desgajan con su memoria, llueven rosas. Jacarandas que lagrimean una fracción de estrella, bajo un puente, bajo la luz distante de las madrugadas de mayo. Dos palabras, cinco letras, siempre jugando a los significados con significantes, con semiosis pura, con dos años a cuestas. Y mil sesenta días después, sin saber cuántos cinceles, cuántas manos, cuánto tabaco hendido para que este mármol se pula... porque no se acaba. Noventa y un mil quinientos ochenta y cuatro segundos más tarde, la noche no ha atenuado este amor opaco y dulce, tintado de sabia locura.
Tornaluna sagrada, colegiada. Tornaluna descansa sobre papel arrugado, quemado, olvidado. Tornaluna siente cada tecla del piano enmascarado. Tornaluna danza como un lobo solitario. Tornaluna, princesa de nosotros los mendigos, diosa inequívoca de su frente y sus palabras, bendice a ciegas nuestra calma...
[Un florero y una corona de rosas con espinas, espinas bañadas en la sangre de estos brazos que le sostendrían en todo momento y en todo lugar, si la vida fuera lo que cada persona, jugando a ser Dios, quisiera]


Pour vous, mon chér ami et complice

1 comentario:

Mini0n dijo...

La quiero tanto!
Gracias, gracias por dejar de existir para ser.
gracias por cantar, gracias por andar, por bailar y por arrancarme las sonrisas despiadadamente.
Merci