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viernes, octubre 18, 2013

Cómo prepararse para un FAMTrip.

En mi serie de tutoriales periodísticos, ahora les ofrezco tips para trabajar en un viaje de familiarización.

No es igual cubrir un festival o un junket que ir a una ciudad para conocerla y escribir sobre ella. El periodismo de viajes es uno de los más interesantes en cuanto a estilo de vida, además de ser muy versátil. Pero, a diferencia de lo que podría creerse, no todo es coser y cantar. Hacer un FAMTrip o lanzarse a la aventura para escribir un artículo puede ser complicado y motivo de arrepentimientos futuros (¿por qué no visité este lugar genial perfecto para mi target? ¿por qué no aproveché ese gran suceso para hacer un video? ¿por qué perdí horas buscando este lugar? etcétera).

Empecemos por lo básico: ¿qué es un FAMTrip?
Un viaje de familiarización o FAMTrip es una de esas líneas difusas en el periodismo de estilo de vida. Las agencias de relaciones públicas de hoteles, ciudades, países, vinos, restaurantes, inserte-usted-aquí-lo-que-se-le-ocurra organizan paseos con los compañeros de la prensa para que conozcan la marca, se familiaricen con ella y escriban algo al respecto. Ahí entra el dilema. O, mejor dicho, el riesgo de la marca: que lleves a un periodista y lo consientas no significa que escribirá algo bueno sobre ti. Que una marca te lleve a algún lugar no significa que tú, periodista, estés obligado a escribir algo bueno sobre ella. A veces, incluso, puedes escribir nada. Pero si todo fue genial y maravilloso y amaste la ciudad, no quiere decir que no puedas escribir eso. En caso de duda extrema, consulte usted a su editor, confesor o colega de confianza.

Entonces... te invitaron / asignaron a un FAMTrip. ¿Qué hacer ahora? Hay algunos temas básicos que debes resolver:

  • Documentación. Asegúrate de tener un pasaporte vigente (o identificación oficial, si no saldrás de México) y de los requisitos migratorios del país al que vas. Si te invitan a Estados Unidos o Canadá y no tienes visa... ojalá tengas tiempo para solicitarla, si no, so sorry, next! Algunas embajadas tienen procedimientos más tortuosos, de modo que lee bien sus páginas de información. No quieres perderte un viaje interesante porque olvidaste entregar un documento. Tip: si estás lidiando con la agencia de RPs de un país, seguramente podrán ayudarte con esto.
  • Asegúrate de tener todos los datos. Itinerario, dress codes, aerolínea, número de vuelo, hora de salida, hora de llegada, hotel donde te hospedarás, teléfono y nombre del RP encargado. Es tu responsabilidad mantenerte vivo. Los RPs pueden hacer mucho, pero también son humanos y se equivocan. Si pierdes un avión, que sea por un huracán, no porque confundiste la hora de salida entre AM y PM. Si nadie te recoge en el aeropuerto, debes poder conseguir un taxi (¡y pedir recibo!) que te lleve a tu hotel. Etcétera.
  • Moneda local. Me ha pasado ser la novata que sale del país sin cambiar su dinero a la moneda del lugar a donde llegará. Llegué a Bogotá con dinero mexicano... en Colombia no te cambian dinero mexicano. Cambia dólares antes de subirte al avión. Averigua la moneda local y calcula en ambas denominaciones, no quieres gastar y gastar porque suena barato para descubrir que tu cuenta de la tarjeta de crédito ahora es insostenible (eso, para que vean, no me ha pasado).
  • Fecha límite. Te vas a mediados de julio, pero tal vez tu historia es para el número de octubre. O te vas a principios de octubre y tu historia quizá sea para ESA MISMA SEMANA porque es para web y tu editor está un poco loco. Pregunta, antes de irte, para cuándo tienes que entregar qué cantidad de caracteres (o de material audiovisual). Así sabrás si necesitas empezar a escribir desde la primera noche o si tendrás un colchón para reestructurar, anotar y complementar.
  • Maletas. ¿Cuánto tiempo te vas? ¿Un par de días? ¿Una semana? Considera la cantidad de tiempo, tus necesidades básicas de cobertura (puedes referirte a este post, la verdad es que el equipo no cambia mucho), tus necesidades básicas de ser humano (si te molesta mucho usar shampoo de hotel o eres de piel delicada, si vas a un lugar húmedo y te crece el cabello como a Mónica en Friends, etc.) y ...
  • ¡Códigos de vestir! Estos fabulosos inventos de la civilización pueden torturar tu cartera y tu paciencia. Upscale formal. Smart. Outdoor cocktail. Formal. Business attire. Casual. Innovative. Etcétera. Pregunta primero al PR en turno, pues él/ella tiene la lista mágica de las actividades del viaje: cenas, catas, deportes extremos, clases de ejercicio físico, temazcales, cocteles, funciones de gala, bla. Después pregúntale a San Google o a tu fashionista de confianza. Y considera que probablemente necesitarás comprar ropa antes de irte, así que asegura esta información al menos una semana antes de partir.
  • Mapea y planea. ¿Es tu primera vez en la ciudad? ¿Regresas a una ciudad que ya habías visitado? ¿Conoces a alguien que ya haya estado ahí? Averigua cuanto puedas antes de irte. Listas de lugares turísticos (aunque sea para evitar el cliché y excluirlos de tu artículo), rutas interesantes, datos curiosos, medios de transporte (para el tiempo libre del que hablaré a continuación)... Google Maps, Wikipedia y las páginas de turismo de los periódicos locales serán tus aliados. 
  • Tiempo libre. Existe, no siempre te parecerá suficiente, pero a menos que el PR te encadene a su brazo, seguramente lo tendrás. Quizá tu avión llega antes que el resto del grupo (ah, sí, estos viajes generalmente se hacen en grupo), o las actividades del día terminan a las 7PM, o visitarán ese sitio al que ya habías ido y no te interesa tanto. Encuentra un poco (o un mucho) de tiempo libre y camina la ciudad, a veces así se descubren los mejores lugares. Súbete a un autobús o al metro y busca ese sitio interesante del que leíste en tal revista o esa locación donde se filmó algo que te gusta. Le dará más color a tu texto y disfrutarás mucho ese ratito a solas.
  • Compañeros de viaje. Estos paseos suelen darse en grupo, utilízalos para hacer contactos globales. A veces encontrarás personas muy divertidas y agradables, otras no tanto, pero seguro aprendes de alguien más. Y si tienes buena suerte, puedes incluso hacerte de una bandita para fiestear en el proverbial tiempo libre... o al menos, para beberte una cerveza en el bar del hotel. Si eres como yo y te cuesta trabajo dejar ir el caparazón de la introversión y la timidez, date tiempo, encontrarás la manera de integrarte. La gente no muerde.
  • WiFi. El problema que cruza fronteras. La mayoría de los hoteles tienen internet gratis en el lobby. Por una cuota extra puedes tener internet en tu habitación. En mi caso, como mi trabajo base en Editorial Mapas involucra administrar dos sitios web, me es muy necesario poder conectarme constantemente. Si tienes que enviar pendientes o entregar notas diarias, porque help you God, entonces no dudes en pagar esa cuota extra. Ya después averiguas si puedes cubrirla con viáticos o con facturación.
  • Público meta. No importa qué tan nerd, hipster, fresa, o high class seas, si olvidas a tu público meta, toda la investigación y experiencia se van al traste. ¿Escribes en una revista para gamers? Busca los mejores arcades. ¿Escribes en un medio más bien de alto perfil? Busca los restaurantes con los mejores chefs. ¿Ejecutivos? Enlista los hoteles con mayores beneficios para una convención de negocios. Y así.
  • Multimedia. Lo más probable –porque vivimos en el siglo XXI, gracias– es que tu historia sea publicada en línea, así que piensa multimedia. ¿Qué contenido audiovisual manejan en tu medio? ¿Fotogalerías? ¿Video? ¿Rutas geolocalizables? Ten en cuenta esto desde que planees tu maleta: ¿qué gadgets llevarás?, ¿cuántos cables?, ¿baterías extra? Revisa la configuración de tu equipo para confirmar la resolución de imagen, la memoria, la duración de la batería, etcétera. Y respalda todo lo que puedas.

No olvides, lo más importante: disfruta. Una de las razones por las que elegiste este camino profesional (casi puedo apostártelo) fue para vivir nuevas experiencias. Ahí están y te están pagando por vivirlas (bueno, en realidad te pagan por el texto...).

Tengo un fin de semana para considerar todos estos puntos. Próxima parada: Las Vegas.

jueves, marzo 29, 2012

Accidental y catastrófico.

Día 1 en el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá.

No me malentiendan, tampoco estuvo tan terrible el día. En parte fue culpa mía, en parte errores humanos, en parte que dormí poco y que dormir en un avión es terriblemente incómodo.

Mi vuelo salió a las 7:20am del DF, por lo que anduve despierta desde como las 2:30. Fue un vuelo de cuatro horas en los aviones de Avianca, que tienen una sorprendente selección fílmica en su centro de entretenimiento. Vi My week with Marilyn y determiné dos cosas:
1. Qué buena es Michelle Williams. Siempre me ha caído bien, pero ahora sí se la voló (dicen que en Blue Valentine también, pero no la he visto).
2. A diferencia de Daniel Radcliffe, no veo a Emma Watson dejando ir a Hermione. En sus breves apariciones se dedica a hacer exactamente los mismos gestos que hacía en Harry Potter.

Llegué al aeropuerto Eldorado en Bogotá y ¡oh sorpresa! Nadie fue a recogerme. Había un individuo de mi hotel pero iba por un periodista brasileño. Encontré a unos jóvenes que traían playeras del festival y les expliqué mi situación. Tras unos cuarenta minutos de deliberaciones telefónicas y discusiones entre mandos medios y superiores, uno de ellos, Carlos, me trajo al hotel donde me hospedo. En el camino conversamos sobre el festival y el ánimo de la ciudad. Carlos me contó sobre la controversia de las obras públicas (vías principales cerradas o a la mitad de su capacidad, rumores de corrupción y enriquecimiento ilícito) y sobre lo inseguro que puede ser caminar sola a ciertas horas de la noche. Hasta ahora sólo he encontrado gente amable, así que por ese lado creo que hay un equilibrio cósmico.

Mi tarde se vio aderezada por un pequeño drama bancario. Mi banco bloqueó mi tarjeta porque olvidé avisarles que saldría del país. Mea culpa, indudablemente. Y yo sin un peso (colombiano, porque mexicanos traigo cien). Y que en la casa de cambio no aceptan pesos mexicanos. Y que no podía llamar desde el hotel sin un depósito en efectivo que no podría hacer si no conseguía llamar... Afortunadamente, el wifi sí pifó, así que my very dear Oh Canada me ayudó desde el DF y conseguimos desbloquear la tarjeta. Fue una tarde muy estresante.

La noche se salvó porque vi una obra de teatro llamada El dictador de Copenhague. Heartwrenching.

Pero ahora debo bajar a conferencia de prensa. Más información en la noche ;)