Encontré la reseña que escribí del concierto de Linkin Park en México el 2 de marzo de 2002. Impresa. Porque aunque mi recámara es un caos, sé exactamente dónde está todo... incluida una hoja bond doblada por la mitad, impresa en marzo de hace diez años para el periodiquito escolar que hacíamos en primero de secundaria. Ah, el Colegio Brookfield y sus grandes ideas.
En esos tiempos yo ni siquiera soñaba con ser periodista, pero era la más ñoña del salón y terminé editando (y a veces redactando completo) este experimento. Ya era fan de Linkin Park y mi hermano me acompañó al Foro Sol ese 2 de marzo. Todavía tengo la playera que me compré ese día... de hecho, la llevé puesta el viernes pasado para el concierto de Linkin Park en la Arena Ciudad de México.
Transcribo, pues, la reseña de aquel entonces (tengan compasión, era una niña de 13 años reseñando el concierto de su banda favorita):
Linkin Park en México [en realidad la nota ni trae título...]
Por Marcela Vargas Reynoso
El pasado sábado 2 de marzo, el Foro Sol y más de 50 mil almas palpamos el fantástico despliegue musical de una de las bandas más importantes de rock metalero de nuestra generación, Linkin Park.
Después de escuchar aproximadamente 3 cuartos de hora [sic] de los alaridos de Static-X, vino un "pequeño" intermedio de unos 20 minutos de completa aburrición mientras se revisaban el audio, tornamesas y demás instrumentos.
De pronto se apagaron de nuevo las luces exteriores del foro y en el escenario aparecieron los 6 integrantes de LP. Dirigieron unas palabras al público y entre gritos desesperados de los fans y una chifladera sin precedentes sonó el primer acorde de "With You", canción con la que abrieron el concierto; seguida de "Runaway" y "Papercut".
Algunas rolas después ("Points of Authority", "A Place For My Head" y "By Myself") con sus grandiosas voces, Shinoda y Bennington entonaron uno de sus más grandes éxitos, "In The End".
"Forgotten", "Crawling" y "Pushing Me Away" fueron coreadas por un público completamente excitado, pues el genial Chester se lanzó hacia la pista, siendo jaloneado por sus tantos admiradores de tal manera que al regresar al escenario había ya perdido la camiseta negra que portaba.
Lamentablemente todo tiene un fin, aunque a nadie le parezca, y éste hermoso ensueño terminó con "One Step Closer".
Finalmente y como buena acción de su parte, Rob Bourdon caminó hacia el público y lanzó sus baquetas al aire, para ser atrapadas por el enardecido auditorio, mientras que Mike arrojó su camiseta.
Podrá parecer extraño, pero de haber muerto en el preciso instante en que mi admirado Chester cantó la fracción lenta de "I put my trust in you / pushed as far as I can go / and for all this / there's only one thing you should know" hubiese muerto como una rockera feliz.
Entreteni-2
Año 0, número 4.
Marzo/abril 2002.
1o A
Secundaria Técnica #83, México DF
No voy a ponerme a contar cada error que hay en la nota... porque la escribió mi yo de hace diez años que quería ser... no recuerdo qué quería ser, pero mis maestras decían que iba para Ciencias Políticas... y miren ahora... jeje.
El asunto es que pasaron diez años y no sólo no se ha ido esa emoción extrema frente a un escenario y una banda que adore, sino que el viernes fui a uno de los mejores conciertos de mi vida... y aunque tardó 10 años (y 6 meses y 2 días) en suceder, creo que mi yo de 23 años fue incluso más feliz que la que escribió esta reseña en primero de secundaria.
Y ése el tipo de cosas que me hacen ser quien soy... una fan from hell obsesiva que puede enojarse mucho con Linkin Park por olvidar a México tantos años... y luego perdonarles todo con una experiencia tan indeciblemente catártica como la del viernes 14 de septiembre.
Yo me formé para ese concierto diez años, seis meses y dos días antes de que empezara.