Las rimas de Bécquer
las canciones de Sabina (Joaquín y Santa)
los remedios para la almohada
la baraja desgajada en suspiros
mordidas de tempestad
lunas enjauladas en cualquier par de pestañas
necedades de pirata viejo
necesidad de olvido recurrente
teclas sin clic ni clac
paredes que ya no saben hablar
mesas sin silla para agonizar
bichos en el cristal
lluvia de puntitos morados, violetas
alfombra de sangre pintada de espera
Nada, todo y siempre para que nunca
pero jamás
de verdad
es en serio, te lo prometo
no me mientas
sí te siento
Yo te entiendo
no sé cómo pero sí sabemos cuándo
¿y los sueños?
pura vida sin las partes aburridas
eso es Hitchcock
y el destino
¿qué destino?
éste, el de estar seguros que todo termina
para mirar a las estrellas desde una nube aburrida
¿y absurda?
como cada palabra que sale de tu boca
Ventanas empañadas
rosas marchitas en un florero vacío
diamantes y pulseras
ni besos ni abrazos
tampoco un cuídate y descansa
sólo ese parpadeo ambiguo
para adivinar si uno es suerte o muerte
o dos son cruza la calle despacio
(a ver si te atropella un tren)
o veinticinco y un beso,
quizá eran veinticuatro
tal vez sólo le gusta cerrar los ojos
no te diste cuenta de que se le metía la lluvia tras los lentes
deja, deja, quiero soñar que me quiere
pero no lo inventes
una estocada, dos, cuatro millones
Pi estocadas elevadas a la cincuenta-
mil letras de un discurso
muy bien preparado, le creímos todito.
Si siempre supimos el final,
¿cómo nos atrevimos a empezar?
porque era un reto
no, porque no sabemos olvidar
ni dejar ir
ni a lo Monique, nos damos cuenta de que el tiempo pasa
porque se va, corre,
bien Casablanca y muñeca rota,
mujer, pero también persona
No... sólo cambia
porque la materia no se crea ni se destruye
pero esto no es cosa, es sentimiento y se evapora
si se evapora es agua y una vez más:
todo cambia
evoluciona
involuciona
si se muere vuelve a la tierra y crece
Con la primera descarga se enciende...
y
nunca
más
desaparece.....