Hace algunos meses platiqué con Bernardo Esquinca, uno de mis escritores mexicanos favoritos, acerca de su libro de cuentos de horror Mar negro, compilación que incluye fantásticos relatos sobre vampiros, zombies y rituales prehispánicos que te ponen la piel chinita. Una de las facetas más divertidas de mi trabajo es la oportunidad de conversar con personas como él, con cuya obra me identifico y cuyos temas de interés resuenan tanto con los míos que la entrevista se convierte en una plática de lo más divertida y disfrutable.
Incluyo un extracto de esta conversación, que pueden leer completa en la sección de Libros de Gatopardo.com:
En Mar negro, Bernardo Esquinca (Demonia, Toda la sangre) vuelve a explorar temas que le obsesionan: la presencia del pasado en la Ciudad de México, la mujer como figura desestabilizadora y, desde luego, el miedo. “Creo que la literatura de terror no debe hablar de miedos actuales, sino de los eternos,” dice, sentado frente a una taza de café medio vacía en el Bar Capote de la colonia Roma. “Leyendo en preparación para este libro, descubrí que la superstición más antigua que existe es el mal de ojo. Si alguien iba a hacerte mal de ojo, se lo devolvías, el ojo combate al ojo. Me gusta como metáfora de que al terror no puedes combatirlo si no lo abrazas: también leyendo cuentos de terror podemos curar los miedos.”Mar negro tuvo un efecto en mí que hace mucho no me sucedía: lo leí de noche y tuve que guardarlo y buscar cosas lindas en YouTube para poder dormir. Es una lectura grata y nutritiva que apela a los miedos más universales con guiños a esa clase de imágenes que suelen provocar escalofríos (muñecas de porcelana, por ejemplo).
Lo edita Almadía y pueden encontrarlo en prácticamente cualquier Péndulo, Fondo de Cultura Económica o en la FIL del Palacio de Minería.
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El año pasado fui al Riot Fest, animada por el cartel fascinante con el que celebraron el décimo aniversario de este festival de punk con base en Chicago. Una de las bandas que tuve la oportunidad de ver ahí fueron los Dandy Warhols, y aunque en ese momento dije "Cool" y nada más, este mes entrevisté vía telefónica a su tecladista, Zia McCabe, una mujer brillante, enérgica, talentosa y fuerte. Es, definitivamente, el tipo de mujer que las niñas deberían conocer para que las inspire a ir por la vida rockeando y siendo sensacionales.
Hablamos, entre otras cosas, de cómo se siente de ser una de las mujeres en el rock a las que nunca se les ha cuestionado su sitio sobre un escenario. Esto fue lo que me respondió (y mi parte favorita de la entrevista):
Hablamos, entre otras cosas, de cómo se siente de ser una de las mujeres en el rock a las que nunca se les ha cuestionado su sitio sobre un escenario. Esto fue lo que me respondió (y mi parte favorita de la entrevista):
Siendo una pieza fundamental de esta banda, ¿se cansa Zia McCabe de que le pregunten qué se siente ser la única chica en un grupo de hombres? “Nunca he sentido que deba perder el tiempo etiquetándome como ‘una mujer en el rock’,” dice. “Para mí siempre ha sido una buena época para ser una mujer en esta industria. Me he divertido bastante y espero haber inspirado a otras mujeres a tener la confianza de involucrarse en el rock. Quiero que entiendan que merecen tocar su música tanto como cualquiera merece hacer arte.”Pueden leer la entrevista completa en Gatopardo.com.