martes, enero 06, 2009

Palabras sinceras

La noche me rodea como una manada de lobos hambrientos. Soy un pequeño punto blanco en el centro de un cuadro muy grande, apenas una niña con un camisón de manta, vagando en la nada. Las puertas se cierran sobre mí, las ventanas disminuyen, me roban el aire y un cuervo devora mis suspiros, nutriéndose de mi temor y mi desesperanza. Me sofoca el silencio de mi metro y medio de altura. El ruido ambiental me recuerda que cuando todo termine, el mundo no dejará de moverse. Una, dos, tres mil quinientas cuarenta y cuatro muertes no paran la danza cósmica de la Tierra sobre su eje.
El invierno me aplasta la sien izquierda, escribir en estas condiciones es como jugar a la ruleta rusa con una pistola de clavos. La ansiedad carcome el barniz rojo de mis uñas, me prometo cortarlas para evitar romperlas accidentalmente entre las teclas. Al mismo tiempo sé que es otra promesa para archivar en el cajón de mis pequeñas traiciones personales. Abandono el escritorio y salgo al patio, enciendo un cigarro. Me quedo mirando el cerillo hasta que me chamusca la punta de los dedos, tiro el palito carbonizado. Este tabaco huele a ti, por eso no fumo mentolados.
Recuerdo la primera bocanada de humo que tragué, estabas de pie a mi lado, mirándome con ojos de vaca enseñándole a su becerro a caminar. No recuerdo si era una tarde de abril o una noche de septiembre ni sé a dónde fuimos después, pero nunca olvido la intensidad del cariño irradiado desde ese par de brasas hacia mí. Algunas veces siento de nuevo esa mirada de silenciosa valoración, hundiéndose en mi nuca y tejiendo trenzas con mis pensamientos.
Busco en las bolsas de la chamarra el par de audífonos, los conecto a mis oídos. Sigo el cable hasta el bloquecito metálico con su gigabyte de música abarrotado. Play. Blue Veins, The Raconteurs. Súbitamente me atrapan tus brazos, la noche seca se entibia, mis dedos chamuscados se pegan a tu espalda. Tu voz de pasiflora cosquillea en mi cuero cabelludo, abriéndose camino rumbo a mi espina dorsal. Me acurruco en tu pecho, tus alas de mamá gallina protegiéndome de los aullidos del mundo exterior. Me secas las lágrimas antes de sentirlas sobre mi propia piel, una de tus manos acaricia el cabello detrás de mi nuca.
"Todo va a estar bien," susurras. Yo sólo me pego más a tu cuerpo, deseando como no he deseado otra cosa nunca, deseando con la inocencia de un niño el 5 de enero, deseando como el moribundo una cura, que por una vez, por esta única noche brumosa, cuando se termine la canción, el abrazo permanezca. 

jueves, diciembre 04, 2008

Pánico y confusión

Escribo un blog. Escribo un blog esta mañana para relajarme antes de mi [temido] examen final de Economía. Economía con Carlos Blanco. Oh sí... con Carlos Blanco. Un simpático profesor, esencialmente geek, afable, encantador, supportive. ¿Por qué entonces me aterra tanto el examen? Porque también es Carlos "perro" Blanco. Por autodenominación. Su clase es una de las más difíciles que he tomado y que tomaré en mi vida. Necesito 34 para pasar con 70... no puedo sólo pasar con 70.
¿Cómo evado mi realidad? Leyendo posts del blog de My Chem.
Leo el post de Frank y estoy completamente de acuerdo. Parece como si a) hubiera mil Gerards encargándose de una sola vida; b) algún haragán hubiese hackeado la cuenta de Gerard; o c) Gerard necesitase vacaciones de sus vacaciones. Y Bob... holly mother of! Bob se ha obsesionado con twitter, ha estado al borde de accidentes automovilísticos por manejar twittereando.
Pero me encanta leerlos. Son la dosis de risa y geeksés que necesito para des-asustarme hoy.
Mientras leo las brillantes aportaciones de Jon Rivera sobre las figuras de acción licenciadas por Lucasfilms, reflexiono un poco. Yo podría llevarme genial con los miembros de esta banda y con algunos de sus amigos cercanos. Quizá, en un mundo alterno, si ellos no fueran estrellas de rock y hubiésemos estudiado en la misma preparatoria, ellos y yo hubiésemos sido amigos. Son el tipo de personas con quienes disfruto convivir.
Quedan 48 minutos...
May the force be with you!

domingo, noviembre 16, 2008

Aure Arrinconada

A de arena
de anaconda
de aldaba
de aprisiona
de acerca

A de arriba
de atrápame
de abajo
de andamos
de agrega

A de atenta
de acaricia
de armada
de antorcha
de asevera

A de Alicia
de América
Artemisa
de Ariadna
de Atenea

A de agobio
de amaranto
de abandono
de alabastro
de arrojo

A de aguanta
de acarrea
de arrastra
de acaba
de apedrea

Aún al amigo amedrentado atrinchera asustada. Acaso algún ayer apaga.
Amortigua aspiraciones asumirse amada...

miércoles, octubre 29, 2008

Mercurio alado

M de miércoles
de miedo
de mar
de mara
de misa

M de mercurio
de mientras
de miles
de mucho
de mierda

M de mirada
de mañana
de molestia
de muerte
de mala

M de Maga
de Medusa
de Medea
de Marilyn
de Magdalena

M de mentira
de mustia
de misterio
de manía
de milla

M de mansa
de miel
de mancha
de marioneta
de mártir

Mírame mentir, muéstrate más. Mejora mi mención muriendo.
Marca, magulla, mielea.
Maltrata... masacra
Mísero mendigo: ¡mata!

jueves, octubre 09, 2008

todo por crecer se acaba

Música de arena
tormento y espejismos
luces en el cielo
las estrellas decidieron terminar su sueño
el mundo tiembla como una luna en el agua
que se apaga cerrando la ventana

la vida sonaba mejor cuando salía de tus labios
los caminos eran menos solitarios
las nubes más suaves
y los sueños... ya nunca dejarán de serlo