lunes, febrero 15, 2016

Lo que vi el fin de semana: Creed y Tarantino

En este fin de semana papal, procuré pasar el mayor tiempo posible lejos de avenidas principales y del caos en el que pensaba se sumiría la ciudad ante la llegada de Francisco a México. Al final, creo que no fue tan caótico el Papocalipsis, pero igual aproveché para ponerme al corriente con algunas películas que no había ido a ver al cine.

Parte de mi trabajo, como han notado, involucra ir por la vida viendo películas y escribiendo sobre ellas. Sin embargo, todo lo demás que hago en mi trabajo suele impedirme ir a ver *todas* las películas que quiero. Entre eso y un carrusel de "Yo me enfermo / mi novio se enferma", pasé casi un mes sin darme una vuelta para ver películas en el cine. Así que lo remediamos este fin de semana y nos aventamos 4 películas en 3 días: Carol, Deadpool, Creed, y The Hateful Eight.

Carol (Dir. Todd Haynes): Había gente en la sala que creía haber entrado a ver una comedia romántica para celebrar el Día de San Valentín. Les doy crédito por quedarse a ver un drama sobre una pareja homosexual en los años cincuenta. Me encanta esta película, adoré a Rooney Mara, me fascina su música... en fin. En Gatopardo está mi reseña de Carol.


Deadpool (Dir. Tim Miller): En Estados Unidos fue clasificación R (los menores de 17 años deberán asistir acompañados de un adulto), en México fueron menos estrictos y le pusieron B15 (apta para espectadores de 15 años en adelante, no restrictiva). A la mera hora, en la sala donde la vi (Cinemex CNA) había niños de entre 8 y 10 años (#parentingdonewhatever). Mi reseña de Deadpool pueden leerla en La Hora Libre.



Creed (Dir. Ryan Coogler): Amé esta película. Ryan Coogler es un excelente director que merece mayor reconocimiento de la Academia. Después de ver esta cinta, no puedo creer que no esté nominado este año. Michael B. Jordan (Donnie Johnson) es el perfecto héroe de la nueva parte de la franquicia, además de un actor flexible, determinado y carismático. Me impresiona que la única nominación de Creed sea la del propio Stallone (que es fantástico y conoce a su personaje como nadie jamás a conocido a un personaje), no por falta de mérito del veterano actor, sino por todos los detalles y elementos que hacen de Creed una de las mejores cintas del 2015.


El asunto con Creed es que no sólo funciona para pasar la estafeta de una franquicia querida por el público, sino que funciona como drama deportivo y como historia inspiracional. De acuerdo con los medios, Sylvester Stallone no tenía ganas de retomar a Rocky después de las medianas críticas de Rocky Balboa (2006); sentía que el personaje no podía dar algo más y que ese capítulo de su carrera ya se había cerrado. Sin embargo, el joven californiano Ryan Coogler (a quien entrevisté en Guanajuato hace algunos años) le ofreció una historia que podría continuar el legado del boxeador sin poner en riesgo de sobreexposición al personaje. Coogler claramente convenció a Sly y produjeron la primera película de Rocky que no es dirigida ni escrita por el actor de origen italiano.

No hay elementos flojos en la película. La música de Ludwig Göransson (con quien Coogler trabajó en Fruitvale Station, su debut cinematográfico) respeta el legado de Bill Conti (y utiliza "Gonna Fly Now" de manera épica en un par de ocasiones) pero agrega algo de hip hop más dinámico a esta banda sonora. Además, Göransson trabajó con Tessa Thompson (quien interpreta a Bianca, el interés amoroso de Donnie) para crear las canciones que ella interpreta en su rol de cantante en Creed. La fotografía de Maryse Alberti (The Wrestler) muestra el mundo del boxeo en todo su esplendor. Y el guión, de Coogler y Aaron Covington, construye una historia entrañable sobre relaciones filiales, la lucha para alcanzar los sueños y el dilema eterno de ¿qué define a un hombre: su origen o las decisiones que toma?

Creed fue la segunda película de mi sábado, terminando la función casi a la medianoche. En la sala, casi llena, se sentía una atmósfera casi festiva. No por el 14 de febrero, que estaba a unos minutos de distancia, sino porque una excelente película consiguió involucrarnos tanto con sus personajes que, durante la pelea climática, el público aplaudía y exclamaba como si estuviesen viendo un duelo real entre boxeadores del Consejo Mundial de Boxeo. Éste es, a penas, el segundo largometraje de Ryan Coogler. Su siguiente proyecto será el blockbuster de superhéroes Black Panther (2018). No puedo esperar a ver más cine de este director.


The Hateful Eight (Dir. Quentin Tarantino): Salí decepcionada. No sé si mis expectativas estaban muy altas por ser Tarantino, o si ver tres excelentes películas en días anteriores me hizo esperar mucho de ésta. No es mala, definitivamente. Pero tampoco es buena. No resalta favorablemente entre la filmografía de Tarantino. Ninguna actuación es particularmente chida, excepto quizá la de Jennifer Jason Leigh, por soportar toda la película cubierta de sangre y pedazos de gente; además de tolerar tres horas de "¡Miren! ¡Estoy tan a favor de la equidad entre géneros que vamos a golpear, insultar y patear a esta mujer AUNQUE sea mujer! ¡Y vamos a decirlo para que les quede claro!". Y por todos los dioses, ya entendimos, Quentin, te gusta decir "nigger" y "bastards". ¡Busca nuevas palabras! ¡Toma un diccionario! Si no la han visto y les gusta el cine de Tarantino, denle una oportunidad. Si no son tan fans... pues mejor vean Perros de reserva dos veces seguidas, será mucho más enriquecedor e interesante.


Cada fin de semana veo al menos 1 película que nunca he visto, así que tal vez haga de este "Lo que vi el fin de semana" una cosa frecuente.

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