domingo, diciembre 30, 2012

Cinco minutos más para la cuenta atrás


El balance de lo bueno y malo del 2012.

Pero como soy yo y estoy obligándome a verle el lado feliz a todo (cierre de ciclo, etcétera), me concentraré en los grandes momentos de este año que se acaba mañana.

Sin orden específico, here they go:

- San Diego Comic Con.
OMFG. Esto probablemente fue lo mejor del año. Perdónenme todos los involucrados en el resto del 2012, tuvimos buenos tiempos, pero come on... it's freaking Geekvana here. Tuve la fortuna de ir a la convención de cómics más grande del mundo con otro nerd enorme que fue un gran compañero de viaje. Lloré en el tranvía cuando vi aparecer el Centro de Convenciones de San Diego y me dio como taquicardia cuando entré al Exhibit Hall y vi un Optimus Prime gigante en el stand de Hasbro. Conocí a gente estupenda, asistí a conferencias interesantes, escuché a una banda de steampunk genial, en fin... las mejores (y más cansadas) vacaciones de mi vida. See you in 2014, San Diego!

- Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá.
No fue mi primer viaje de trabajo (ya había ido a cubrir la FIM Guadalajara), pero sí fue el más demandante y el reto más grande en ese rubro. País desconocido, sola, problemas con mi tarjeta de débito (¡Gracias por salvarme, Turi!). Al final pasé cinco días estupendos, vi más teatro del que había visto en años, conocí a personas geniales y conocí un poco de Colombia. Ah y me tomé una foto con Tim Robbins :O

- Mis amigos de la prepa.
No son "un momento". Son una presencia enorme en mi 2012. Me hace muy feliz saber que aunque una parte importante nos graduamos de la universidad y ya nadie estudia junto a alguien más en la misma escuela, seguimos juntos. Salimos casi cada semana, hablamos entre nosotros casi todos los días, nos conocemos y nos entendemos y nos organizamos reuniones por cualquier razón, real o inventada. Somos incapaces de ponernos de acuerdo para ir al cine, pero si un día estás parada en una banqueta llorando por un corazón roto, uno de estos individuos te recibirá en su casa y te abrazará y te hará reír hasta que dejes de llorar. Y si otro día decides que ese tatuaje es "ahora o nunca" y le avisas a tus amigas que vas a tatuarte a tal hora en tal lugar... ellas llegarán a la cita antes que tú y te llevarán al súper a comprar la pomada que te indicó el tatuador y estarán contigo siempre. Y a lo mejor en una de esas reuniones vuelves a encontrar a alguien a quien no recordabas que extrañaste mucho y vuelven a hablar y esa persona se convierte en alguien importante para ti, otra vez. Esta gente, este grupo de nerds y niñas adorables, me hacen muy feliz.

- Temporada 2012-2013 de la NFL.
No llevo mucho tiempo metida en esto del futbol americano –poco más de un par de años–, pero ésta temporada ha estado excelente. La he sufrido y disfrutado con mis Packers y también siguiendo a otros equipos que no son míos pero que son de mis amigos. Además encontré fellow Packer fans entre mis conocidos y amigos, so... muchos cabezas de queso en este lado de la pantalla. Muchos domingos de NFL y los que faltan por vivir. 

- Fiestas.
No soy la persona más sociable, eso lo sabemos todos. Pero este año me esforcé un poco en ser más abierta y en salir de mi zona de confort. No dejé olvidadas las idas a bares o las reuniones caseras, pero me dejé llevar a más fiestas. Me divertí mucho. Incluso en las fiestas en las que la pasé mal (y las hubo), algo aprendí o algo bueno puedo recordar. Además sirvió para vivir nuevas aventuras con mis cómplices criminales (un par de cajón y una nueva, Miriam, a quien quiero mucho). Descubrí al menos una faceta de mí misma que no conocía. Me volví más segura.

- Butch.
Adoro a mi perro. Es parte de mi familia y lo quiero como a nadie. Procurar y cuidar a mi perro me creció el amor por los animales. Este año viví dos situaciones relacionadas con el tema que me marcaron y me dejaron lecciones que no he podido del todo concretar. Rescaté a un gatito bebé de atrás de un arbusto cerca de mi casa. Lo cuidé durante una semana, le conseguí un hogar... el gatito apenas sobrevivió unos días. Se trepaba en mi hombro y se dormía ahí. Maullaba quedito cuando quería subirse a mi cama. Era un encanto y quiero pensar que aunque no vivió mucho, rescatarlo no fue inútil: vivió dos semanas con cariño y cuidados. Meses después atropellaron a un cachorro abandonado a unos metros de mí. Yo ya iba al trabajo y me bajé del camión para levantarlo del arroyo. El perrito se murió en mis manos. Lloré todo el camino a la oficina. No pierdo un día sin abrazar a mi perro, sin demostrarle que lo quiero o asegurarme de que es feliz.

- Crafting.
Este año redescubrí mi amor por las manualidades. Un disfraz steampunk, un pastel del Señor de los Anillos, ropa modificada... you name it. Es un pasatiempo muy sano, útil y lo más importante para mí: creativo.

- Música.
En síntesis: Nuevo disco de Yellowcard. Yellowcard México. Concierto de Fobia con Alex López. Concierto de Linkin Park. Nuevas canciones de My Chem. Descubrir a Love of Lesbian, ahora una de mis bandas favoritas. Descubrir a Cherri Bomb, otra de mis bandas inspiradoras y favoritas. Decidir aprender a tocar el teclado y pseudo formar una idea de banda con dos de mis amigos más queridos. Serrat y Sabina (en la gira "Dos Pájaros Contraatacan"), dos veces :) awfully symbolic.

- La Hora Libre.
La mayoría de mis amigos más cercanos son tan geeks como yo. Afortunadamente. Sucede que a principios de año, Alejandro Rocha y yo decidimos iniciar un blog dedicado a todos nuestros intereses nerds: cómics, películas, música, tele, videojuegos, libros, etcétera. Reclutamos a algunos fellow geeks y lanzamos La Hora Libre, un espacio de expresión donde encontrarán desde reseñas hasta análisis de medios. El proyecto sigue creciendo y adaptándose a nuestras caóticas vidas, pero no lo dejamos morir. Ahí si tienen tiempo, dense una vueltecita ;)

- Familia.
Mi familia siempre rockea. Punto :)

Ahora, lo malo...
Dejémoslo en que aprendí mis lecciones. Más de una. Incluido el refrendo de no tropezarme con la misma piedra, ni encariñarme con la piedra, ni guardarla en una bolsita para volver a ponerla en mi camino y tropezar otra vez. 

Ya veremos qué tal pinta el 2013, pero por ahora puedo decir que después de un 2012 totalmente inesperado, me emociona este nuevo año.

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