No estoy muy segura de cuál fue mi última ida al cine antes de ver Scream 4 este fin de semana con mi hermano y mi cuñada. Según yo no fue Rango, porque ésa ya tiene más rato (pero fue extraordinariamente divertida, so it stands out). En fin, el punto es que el viernes fui al cine con la Cone y el Bicho para ver una película que francamente no me entusiasmaba mucho. Hasta que buscando los horarios de función descubrí que el director seguía siendo Wes Craven.
Yo sé que ni la 2 ni la 3 fueron tan buenas como la primera, pero pensé "Si este dude se arriesga a hacer una cuarta, por algo será". No me encantaron Scream 2 ni Scream 3, creo que en eso coincido con la mayoría; no las volví a ver en estos 11 años que les tomó hacer la siguiente. Pero me tomó menos de un minuto reconocer el estilo del guionista (Kevin Williamson) y soltar una primera carcajada.
No voy a spoilearles la peli, so me limitaré a establecer que aunque tiene claros baches y una que otra escena completamente incoherente, disfruté muchísimo esta cinta. ¿Por qué? Porque se burla de sí misma, vuelve a burlarse del género, tiene algunos easter eggs increíblemente divertidos (y un tanto oscuros.... hubo momentos donde sólo mi hermano y yo reíamos en toda la sala) y no se toma a sí misma demasiado en serio.
Me dejó con ganas de verla con más calma, en mi casa, con cierto par de personas, un cuaderno, el botón de pausa y un maratón de Dawson's Creek. Y quien entienda esta última oración, queda cordialmente invitado.
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