jueves, julio 30, 2009

Si la nota roja hablara...

¿Arrepentimiento? No, eso no sirve conmigo. ¿Compasión? Tampoco. 

Cólera. Furia. Ira. Rabia. Enojo. 

Duda...                                                           
perhaps.

Como el clin-clin-clín del agua en mi espalda. Frío: el pavimento es mi cama helada. Comezón en la punta de la nariz, no alcanzo. El alambre me corta la piel de las manos (Podría, sin embargo, rascarme el coxis, a la altura de donde se cruzan mis brazos). Un breve parpadeo. No soy yo, es el farol quebrado a un par de metros. YO ya nO parpadeO.

Pasitos. . . . . . _ . . . _ [si pudiera respirar, suspiraba] ¿ayuda? no. rata. Señora Rata. Con ratoncitos. Quién dijera... ayer pude ser una princesa. Ahora me miro a mí ya-no-yo-misma desde la otra esquina. Acurrucada entre chatarra. Bocabajobocabierta+maniatada+semivestida. Empapada. Clin-clín las gotas del canalete sobre mi espalda. Triste. Si pudiera, lloraba. 

Pero ya no me salen las lágrimas.

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