Escribo desde que descubrí que se podía. Aquí va de todo: mis obsesiones, mis detrás de cámaras, mis experimentos.
martes, mayo 19, 2009
Stand by me (Oasis)
Qué extraño es escuchar esta canción y no pensar en ti. Primeros acordes, el rugido de la gente (en vivo), la voz, y despierta la primera memoria. Quizá tú ya no recuerdas. Mesas afuera de la cafetería, en el pasillo de los arcos, tú y yo. /Necesito decirte algo. ¿Qué? Me voy, ya pedí mi transferencia. ¿Por qué? Porque ya no puedo estar aquí./ Ya no podías, te cultivaste suficientes enemigos./ Entonces te vas... ¿a dónde te vas? No sé todavía, no sé... ya hice examen en un par de escuelas, creo que me aceptaron en una./ ¿Te diste cuenta? En ese instante mis muros se desmoronaron, mi planeta interior colapsó. Intentaste sonreír, te temblaban los ojos./ Pero ¿por qué? ¿es en serio? ¿te vas? Sí... eres la única que lo sabe, no quiero decirle a nadie más, de todas formas no creo que les importe. Pero a mí sí./ Una persona nunca es suficiente. Una yo no bastaba para quedarte. En realidad nunca entendiste qué hacías acá, por qué no te fuiste desde el inicio. Dos años, cuatro semestres, muchas fiestas, cerveza, billar, cine, tanta música. Necesitabas irte. Tres años tarde empiezo a comprender, pero ya no sirve. /No llores, por favor no llores. ¿Por qué no? Es que me duele verte llorar. No importa, ya te vas. No seas cruel. Me estás dejando sola, SOLA. No es cierto, te quedas con ellas. Sabes que no. Quiero creer que sí./ Teníamos meses sin hablar, tal vez porque no querías despedirte. Yo no sabía, creí de nuevo que te había perdido. Como tantas noches de llamadas llorosas, asustada, esperando cualquier respuesta tuya, un hola, un lo que sea para asegurarme de que estabas ahí, del otro lado de la línea, en cualquier lado pero conmigo. Ya no. /Perdóname, voy a extrañarte. No me extrañes, sólo termina de irte./ Quién sabe si pasó así, no me acuerdo bien. Sé lo básico, eso lo siento todavía, cada vez que empieza esta canción, los primeros acordes, los gritos de la multitud, la voz. Eras tú y era yo y estábamos sentados de frente, en la escuela, en verano. Tú no sabías cómo decirme adiós y yo no quería despedirte. Todo el tiempo, en el fondo, las bocinas de la escuela fulminando tu mirada con una versión de estudio de Stand By Me; profética, adecuada, perfecta. Es cierto, me hiciste falta durante mucho tiempo, a veces todavía me haces falta durante uno o dos minutos o durante los trescientos cincuenta segundos que dura Stand By Me. Qué raro escuchar esta canción y no pensar en ti, como hoy, que a pesar de la imagen de tu silueta recortada contra un atardecer y un balcón, inicia la canción y quién sabe si tú te acordarás de mí.
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